RAQUEL DE LA ROSA – CORIA

El efecto económico de la Covid-19 también está golpeando a la cabaña del toro bravo. De hecho, se ha convertido en uno de los sectores más afectados, tal y como ha asegurado Alberto Manuel Hornos, empresario taurino.

“Solamente esperamos poder salvar el final de la tempporada taurina”, así lo ha destacado el empresario que ha aseverado que ya estaban todos los eventos preparados para comenzar la temporada hasta que llegó el coronavirus.

Cabe destacar que la temporada taurina debería haber comenzado el 15 de marzo con extensión hasta octubre, pero actualmente todo es una incertidumbre. 

“Llevamos muy mal la incertidumbre porque no sabemos cuándo finalizará esta situación, ha dicho Hornos destacando el mundo del toro es un espectáculo de masas que congrega a numeroso público.

Recientemente diferentes personajes reseñables del mundo del toro se han reunido con el presidente de la Junta de Extremadura para mostrarle la incertidumbre y el miedo existente en este sector. “Nos hemos sentido apartados por parte de las administraciones”, ha asegurado.

“Hemos pedido ayudas para banderillos o picadores porque son los que más lo necesitan. También necesitamos ayuda para mantener a los toros”, ha explicado ya que mantener a un toro bravo supone un coste de miles de euros.

Desde el sector se mira al futuro con precaución e incertidumbre a la espera de la vuelta a la actividad a la mayor brevedad posible porque “cuando empiecen los festejos taurinos las ganaderías tendrán un respiro económico”, ha concluido.