ISABEL BARRANTES 

 

El feriante acusado de matar a su empleado en Coria en enero del pasado año ha asegurado que “fue un desgraciado accidente” ya que el forcejeo de la pelea la víctima “cayó al suelo sobre el cuchillo” que el hombre había cogido.

Pedro Pavón Campos ha declarado ante el jurado, formado por seis hombres y tres mujeres, en el juicio que ha dado comienzo este lunes en la Audiencia Provincial de Cáceres, donde ha mantenido que “son desgracias que pasan, ahora mismo me cambiaría por él porque para mí era como un hijo”.

La Fiscalía ha pedido para el procesado 12 años y seis meses de prisión por homicidio consumado, mientras que la acusación particular, ejercida por Ángel Luis Aparicio, eleva el delito a asesinato y solicita 18 años de prisión.

Por su parte, la defensa ejercida por Antonio Fernández ha señalado que fue en defensa propia por lo que ha solicitado la absolución, y de no entenderse así, que se trate como homicidio imprudente.

Cabe destacar que todas las partes coinciden en que comenzó una discusión, en el transcurso de la cual, el fallecido “le agarró de la pechera de la camisa y le metió hacia el interior de la autocaravana iniciándose un forcejeo entre ambos”.

A partir de este momento es cuando surgen distintas versiones ya que la defensa y el acusado han defendido que “cogió el cuchillo sin pensarlo y al caer al suelo se le clavó”. Por su parte la Fiscalía apunta que el acusado, con "ánimo de acabar con la vida de su socio", le asestó una puñalada con un cuchillo "jamonero" en el tórax, quedando la víctima inmóvil en aquel momento.

Asimismo, la acusación particular va más allá y ha señalado que "no hubo forcejeo" y que la puñalada la recibió el finado "sin posibilidad de defenderse".

Asimismo, el acusado ha defendido que la "situación le superó" y que "tras echarle agua en la cara y ver que estaba muerto", ha señalado "echó el cuchillo al lavabo y la ropa a la lavadora sin pensar y se fue a casa de su hermana", desde donde se entrego a la Guardia Civil una vez estuvo mas tranquilo.

Sin embargo, para las acusaciones es una prueba de "querer borrar las huellas del crimen".