ISABEL BARRANTES 

 

Un total de 6.088 hectáreas de terreno se han quemado durante este año en Extremadura de las cuales 4.434 pertenecen a la provincia de Cáceres y 1.654 a la de Badajoz. Así lo ha señalado la consejera de Medio Ambiente, Begoña García Bernal, en el Comité de Dirección del Plan de Lucha Contra Incendios Forestales.

La consejera ha avanzado que hasta el 15 de octubre se han producido en la Comunidad Autónoma 653 siniestros, de los que 366 se quedaron en conatos de incendio y 287 fueron declarados como incendios.

Del número total de hectáreas queñadas 707 corresponden a monte arbolado, y 5.381 corresponden a monte no arbolado, 2.511 son de matorral, monte bajo y monte abierto, 614 corresponden a dehesas y 2.256 hectáreas son de pastizal y zonas húmedas.

Entre los incendios que afectaron a más superficie quemada figuran el que comenzó el 23 de julio en la zona del río Salor en el término municipal de Cáceres, que calcinó un total de 1.498,91 hectáreas, de las cuales 5,6 fueron de dehesa, 570,76 hectáreas de matorral, de monte abierto 34,90 hectáreas, no forestal 104, 55 hectáreas, pastos 772,16 y ribera 10,94 hectáreas. Se declaró el nivel 1 de peligrosidad por la cercanía de las viviendas y de las naves al incendio.

También el declarado en la Garganta de los Infiernos, originado el 18 de agosto  y que afectó a los términos municipales de Tornavacas, Jerte, Guijo de Santa Bárbara y Aldeanueva de la Vera, en el que ardieron un total de 1093,98 hectáreas. Se declaró el nivel 2 de peligrosidad el 20 agosto a las 8:00 horas, motivado por la necesidad de participación de medios extraordinarios al Plan INFOEX.

García Bernal ha solicitado un encuentro con la delegada del Gobierno en Extremadura para avanzar en un frente crucial para combatir los incendios, y no es otro que perseguir y castigar con todos los medios a los que queman el monte.