ICIAR MUÑOZ

La UNESCO declara la aprobación del Parque Natural del Tajo como Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional, según ha publicado el Boletín Oficial del Estado en una resolución de Parques Nacionales.

Esta reserva fue aprobada durante la 28ª Sesión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa El Hombre y la Biosfera de la UNESCO celebrada en Lima (Perú) los días 18 y 19 de marzo de 2016.

Así, la Reserva de la Biosfera Tajo-Tejo Internacional está situada en la región occidental de la península ibérica, compartida entre España y Portugal, que tiene como eje principal el curso del río Tajo.

Abarca una superficie de 428.176 hectáreas, de las cuales 259.643 hectáreas corresponden al territorio español. Está formada por 14 términos municipales extremeños y 12 freguesías de Portugal, con una población de 62.775 habitantes.

Se trata de un área de baja altitud pero de relieve escarpado como consecuencia del encajamiento del Tajo y sus afluentes en el borde de la penillanura.

La vegetación mayoritaria está compuesta por formaciones esclerófilas de encina y alcornoque, así como por abundantes manchas de matorral que se alternan con áreas cultivadas, extensos pastizales y formaciones adehesadas.

Entre los taxones vegetales más significativos se encuentran diferentes especies de orquídeas, algunas endémicas, o el lirio amarillo, símbolo del Tajo Internacional.

La vocación mayoritaria del territorio es ganadera y forestal razón por la cual existe una importante cabaña, sobre todo ovina, bovina y porcina, que constituye la base de la economía local junto con otras explotaciones tradicionales como la extracción del corcho, la miel y el cultivo de cereales.

La fauna es típicamente mediterránea y acoge un gran número de taxones amenazados o en peligro de extinción, en algunos casos endémicos de la península.

Entre las especies más relevantes se pueden citar el águila imperial ibérica, el águila perdicera, la cigüeña negra, el buitre negro, el alimoche, el cernícalo primilla, la avutarda, el sisón, la nutria, el lagarto verdinegro, los galápagos leproso y europeo y la rana patilarga, además de una completa ictiofauna propia de los ríos mediterráneos.

La población es escasa y se concentra en pequeños o medianos núcleos de características marcadamente rurales.

El proceso de envejecimiento y despoblamiento ha sido muy acusado en los últimos años del siglo pasado, especialmente en el lado español, por lo que la debilidad demográfica es uno de los principales retos a los que se enfrentan estas comarcas.

El excelente grado de conservación de la fauna, la flora y el paisaje de la región se traduce en la existencia de numerosos espacios protegidos (parques naturales y enclaves de la Red Natura 2000), lo que unido a sus elevados valores patrimoniales, culturales y etnográficos hacen de ella un excelente lugar para experimentar estrategias de desarrollo sostenible.