LUCÍA SEMEDO-TRUJILLO

 

 

La Feria Nacional del Queso ha disfrutado de su primera jornada con una gran afluencia de público, tras su inauguración ayer en día laborable, en el que la gastronomía y el turismo confluyen en Trujillo y la convierten en un referente durante el puente del primero de mayo.

 

En una jornada con un carácter sobre todo didáctico, los asistentes han podido conocer cómo hacer queso de manera artesanal de la mano de Antero Manuel Murillo, gerente de Quesería Finca Pascualete, que ha sido el encargado de impartir el ya tradicional taller de queso. Murillo ha explicado cómo elabora el queso de oveja, la temperatura de la leche al inicio del proceso,  el momento de añadir el cuajo o la importancia de un buen prensado, y ha respondido a las preguntas de los curiosos que han presenciado el taller y querían conocer todos los detalles de cómo se consigue una auténtica torta de leche de oveja. 

 

Por su parte, José Antonio Morales, cocinero del Parador de Turismo de Trujillo, ha realizado la muestra de cocina en vivo, en la que ha elaborado una “Tentación de Queso Ibores, bizcocho de higos de Almoharín y gel de miel de las Villuercas”, un postre en el que el queso de la Denominación de Origen Ibores ha sido el protagonista y que ha hecho las delicias de los cientos de curiosos que se han acercado hasta el stand de Caja España-Duero a presenciar la demostración.

 

Sin duda, la buena climatología en la primera jornada no laborable de la feria ha contribuido de forma sustancial a la masiva afluencia de público, que desde la apertura del recinto ferial ha llenado la plaza y sus aledaños y se empezaban a registrar las primeras colas en los puestos de ventas de tickets. 

 

 

 

Para la jornada de mañana domingo, la organización espera una afluencia similar a la de hoy, en el día en que tendrá lugar la cata-concurso de quesos de cabra y oveja, un taller de queso, esta vez a cargo de Juan Gabriel Santiago, maestro quesero de Quesería Santiago Madera y una nueva demostración de cocina en vivo, en esta ocasión por parte de Luis Mora, jefe de cocina del Parador de Plasencia.