RAQUEL DE LA ROSA 

La operación CASEUS, desarrollada por el SEPRONA y con la colaboración de la Guardia Civil, se ha saldado con ocho personas imputadas y detenidas por su implicación en la comisión de supuestos delitos de estafa y falsedad documental contra el mercado y los consumidores.

Las actuaciones se llevaron a cabo por el Servicio Extremeño de Salud y los responsables de la Sección de Lucha contra el Fraude del Servicio de Calidad Agropecuaria y Alimentaria de la Dirección General de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Extremadura.

Las investigaciones se iniciaron a partir del estudio de la documentación comercial y de un total de seiscientas etiquetas de productos alimenticios de embutidos y derivados lácteos intervenidas por el SEPRONA en el marco de la operación policial bautizada como ARTEMISA que concluyó el año pasado con la detención de tres personas que habían instaurado un mercado clandestino de lácteos y embutidos carentes de trato sanitario y con evidentes taras.

 Tras el proceso de elaboración eran comercializados a través de la venta ambulante asignándoles etiquetas e información ficticia según el lote y la fecha de consumo preferente, con la finalidad de dotarlos de apariencia legal e introducirlos en la cadena alimentaria con el riesgo evidente que para la salud de los consumidores conlleva.

 El análisis de la información obtenida en la operación condujo a confirmar la existencia de una nave en el municipio de Casar de Cáceres donde, además de almacenarse un volumen importante de quesos, se procedía a la manipulación, curación y re-etiquetaje de esos productos, sin que dichas instalaciones figurasen inscritas en un registro oficial, además de tampoco hallarse habilitadas para esas prácticas.

 La Guardia Civil ha conseguido con esta operación la detención de tres personas, dieciséis inspecciones en empresas del sector lácteo, once de la provincia de Cáceres y cinco de las provincias de Badajoz, Toledo, Sevilla y Zamora.

La Guardia Civil ha intervenido y destruido 3.000 kilogramos de quesos que podrían alcanzar un valor de 30.000€, así como 25.300 etiquetas de diferentes variedades de quesos pertenecientes a 12 marcas comerciales y utensilios y maquinaria para el etiquetaje, tratamientos y embalaje de quesos.