La consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, ha solicitado al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte mayor flexibilidad en los requisitos académicos de acceso a las becas, teniendo en cuenta las elevadas tasas de abandono escolar temprano que registran algunas comunidades autónomas, como Extremadura.

Así lo ha trasladado la consejera en la Conferencia Sectorial de Educación que se ha celebrado en Madrid con motivo de la presentación, por parte del Ministerio, del proyecto de decreto del nuevo modelo de becas y ayudas al estudio para el curso 2013/2014.

"Queremos que se module la nota de bachillerato para que este sistema no sea excluyente, sino que ayude a los alumnos a continuar en el sistema educativo", ha matizado Nogales.

Asimismo, ha añadido que esta flexibilización "no está reñida con la exigencia y el esfuerzo", insistiendo en que debe hacerse de una manera transitoria y "no brusca", porque esto podría "condenar a algunos alumnos" y "verse fuera del sistema".

Preguntada por los medios de comunicación ha manifestado su confianza en alcanzar un consenso en esta materia con el Ministerio y el resto de comunidades autónomas, dado que "están abiertos al diálogo en estos momentos de dificultad".

RESPALDO AL NUEVO MODELO DE BECAS

No obstante, Nogales ha mostrado su apoyo al nuevo modelo de becas y ayudas personalizadas para estudios posteriores a la enseñanza obligatoria, cuyo principal objetivo es garantizar la igualdad en el acceso a la educación.

Este nuevo modelo de becas se establece en función de umbrales de renta y patrimonio de las familias, y de requisitos académicos del alumnado. En este sentido, la consejera ha destacado que con estos parámetros se consigue que ningún alumno abandone sus estudios postobligatorios por motivos económicos, al tiempo que se avanza en la cultura del esfuerzo, la responsabilidad y la igualdad de oportunidades.

Asimismo, Nogales ha explicado que este nuevo sistema consta de dos partes, un "núcleo básico", que incluye una cantidad que garantiza el derecho a la educación de las rentas más bajas; y un componente variable, que vendrá determinado por la renta y el rendimiento académico de cada beneficiario, de manera que a menor renta y mayor rendimiento, mayores importes individuales.

Por todo ello, la consejera ha manifestado su respaldo a un modelo que respeta el principio de equidad y el derecho a la educación y tiene en cuenta el esfuerzo y la búsqueda de la excelencia del alumno y su nivel de renta.