Dos personas han resultado contusionadas en la vaquilla de madrugada y además una persona fue atendida por un golpe en el transcurso de la lidia del toro del aguardiente según ha informado el médico Ricardo Iglesias, responsable de los servicios médicos. Al margen de este percance, los festejos de la madrugada se han desarrollado con normalidad y con una masiva afluencia de público. En el encierro de anoche, la vaca fue abriendo la manada por la calle Pizarro y Hernán Cortés adelantando a los bueyes y al toro y el encierro tuvo una duración de dos minutos.

A continuación se dio suelta de una vaca que recorrió gran parte de la zona vallada del recinto y durante la lidia un joven fue cogido por la vaquilla enfrente del ayuntamiento en la plaza de España, siendo atendido por los servicios médicos con contusiones. Minutos después, otro aficionado recibió un revolcón de la res en la calle López Hidalgo a la altura de la peña Las Cosis, también con contusiones.

El toro del aguardiente registró lleno en la plaza y tras 15 minutos en el coso el astado salió a las calles y se movió por todo el recorrido. Alrededor desde las 07.00 los integrantes de la organización cerraron las vallas de seguridad y el animal quedó cerrado en la plaza de Colon ante la mirada de muchos aficionados que querían ver como se cogía al toro. Durante ese tiempo se vivieron algunos momentos de peligro, cuando el toro quería volver por la calle Hernán Cortes y se encontró con la valla de seguridad donde estuvo a punto de cornear a un joven que se metió rápido en los barrotes y a una joven que casi le engancha el toro al rematar en los barrotes y meter los cuernos. 

Finalmente se abrieron las puertas de la plaza de toros para que el toro entrase y se encerró al astado en el albero. Los pastores lo cogieron con la soga y lo mataron a las 7,04 de la mañana en la misma plaza.

Toro gallo Filisuco

Por otra parte, las calles de Moraleja acogieron ayer noche la suelta de un toro al estilo tradicional por las calles donado por la peña el Gallo Filisuco y Mesón el Puja de la ganaderia Jara de Retamar.

Con mucho público de la comarca se dio suelta al toro desde los corrales de la casa Toril al albero que salió rápidamente a las calles. El animal dio buen juego y recorrió la gran parte del recinto y se cogió una hora después para darle muerte en la plaza del General Fernández Serrano. Durante la lidia de este toro no hubo que lamentar ningún herido en el transcurso del mismo.