La lidia del último toro de los sanjuanes 2011, el astado Delator elegido por la peña La Geta, concluyó antes de lo previsto porque el animal se emplazó durante casi una hora en la entrada principal de la Catedral y no hubo manera de que el animal se moviese por el recinto. Fue su único recorrido por las calles de Coria, salió a las 20.31 horas de la plaza de España por la calle Alonso Díaz, llegó a la plaza de la catedral  y de ahí no se movió en los siguientes 53 minutos de la lidia hasta que le dieron muerte a las 21.24 horas.

Los mozos y los miembros de la organización hicieron todo lo posible por sacar al animal de la escalinata del templo, pero Delator se negó a entrar en el juego. Ni las llamadas de los corredores, ni la pica, ni la muleta de Pascual Gómez, ni tampoco el agua con el que le refrescaron hicieron que el astado recuperase las fuerzas para continuar recorriendo las callejuelas de la ciudad.

A pesar de que el final de los sanjuanes fue prematura, y con tristeza y decepción para muchos de los presentes, Delator, marcado con el número 89 y de la ganadería Montalvo, si demostró su bravura y su trapío durante la media hora de lidia en la plaza.

Dio muy buen juego, respondió a las llamadas de los aficionados y generó muy buenas expectativas sobre lo que podría dar de sí en las calles. Los recortadores disfrutaron haciendo quiebros y saltos acrobáticos, entre ellos el salto del ángel y el astado aunque abrió la boca a los pocos minutos de la lidia, siguió respondiendo al juego de los mozos.

Una vez que el toro de La Geta llegó a la Catedral y según fueron trascurriendo los minutos, el público presente llegó a la conclusión de que el animal no saldría del rincón. No obstante Delator hizo amago hasta en cuatro ocasiones de subir las escaleras de la Catedral pero se arrepintió y se quedó encajonado en una zona sombría y húmeda. Antes del inicio de la lidia, el engeteao, Juan Fernando Corcho, había expresado sus esperanzas en el que animal diera un buen juego ya que había demostrado su bravura durante el encierro matinal, pero aunque Delator dio un gran juego en la plaza, demostró su cansancio y decidió no visitar otras partes del recorrido de la ciudad.