El ajedrecista extremeño Manuel Pérez Candelario ha accedido al título de Gran Maestro Internacional tras lograr la tercera posición en el XVI Torneo Internacional de Ajedrez "Villa de Navalmoral".

Pérez Candelario, que llegó a liderar el torneo y que luchó por el título hasta el final, era hoy un hombre radiante, tal y como ha reconocido a Efe en una entrevista, ya que, después de haber estado varios años rozándolo ha conseguido ascender de la categoría de Maestro Internacional a la de Gran Maestro.

El deportista segedano, de 27 años de edad, ha logrado en Navalmoral la tercera y última norma necesaria para obtener el título de Gran Maestro Internacional, toda vez que ya había acumulado dos con anterioridad.

En declaraciones a Efe, Pérez Candelario ha reconocido que la consecución del objetivo ha llegado "cuando menos me lo esperaba", ya que había reducido su calendario competitivo desde hace dos años a raíz de su dedicación a la enseñanza.

En los últimos años, el extremeño había tenido varias oportunidades de lograr el título de Gran Maestro, pero a última hora se le había escapado, tal y como ha explicado hoy el propio ajedrecista.

"He tenido un montón de aventuras en las que por una cosa o por otra no he terminado de cumplir todos los requisitos, he estado muchas veces rozándolo, pero no llegaba el resultado necesario en la última partida o faltaba en el torneo alguna nacionalidad", ha indicado, para concluir que "ahora, he cerrado esta etapa".

El ajedrecista de Zafra ha reconocido que "no venía a Navalmoral con este objetivo, simplemente quería jugar bien, hacerlo bien, pero ha salido así".

La consecución de este éxito, alcanzar el título de Gran Maestro y quedar tercero en el Torneo Internacional "Villa de Navalmoral", ha sido gracias, en parte, a haberse distanciado un poco de la competición, ya que "salir de la competición me ha ayudado a jugar más despejado", ha advertido.

Pérez Candelario celebra además que este hito en su trayectoria ajedrecística se haya registrado en Extremadura y, en concreto, en Navalmoral de la Mata.

"Es muy bonito que haya sido aquí", ha reconocido tras terminar un torneo "durísimo" en el que se juegan dos partidas diarias y en el que la derrota con el cubano Fidel Corrales le impidió triunfar y le relegó a un tercer puesto que le ha sabido a gloria.