Con el inicio de la actividad escolar se producen el mayor número de crisis asmáticas que requieren hospitalización en niños. Las causas son diversas: la relajación en el tratamiento durante el periodo estival, el aumento de las infecciones respiratorias, el comienzo de las actividades deportivas y el escaso control ambiental en el colegio. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, recuerda la importancia de no bajar la guardia y mantener la enfermedad bien controlada y adoptar medidas de prevención básicas en el entorno escolar para disminuir el riesgo de reactivación del asma.

"El aumento de las crisis de asma en septiembre es de causa multifactorial: los niños entran en la estación otoñal con el tratamiento de control escaso o ausente, justo cuando aumentan las infecciones respiratorias y las "alergias" por ácaros y hongos. Además el control ambiental en el colegio, donde pasan de 5 a 7 horas cada día, suele ser inferior al de sus casas", afirma el Dr. Manuel Praena, pediatra del Centro de Salud La Candelaria y coordinador del Grupo de Vías Respiratorias (GVR) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

En verano los síntomas del asma disminuyen y hay una cierta tendencia a relajar o suprimir los tratamientos de control. En el cambio de estación, aumentan los resfriados coincidiendo con la vuelta al colegio donde es más fácil la transmisión de los catarros virales. Los virus respiratorios, como los rinovirus o virus de resfriado común, presentes en las secreciones de los escolares son desencadenantes directos del asma. Se estima que el 80 por ciento de las reagudizaciones asmáticas en los niños se puede asociar a una infección previa por los virus respiratorios.

Para disminuir el riesgo de reactivación del asma en la vuelta al colegio es importarte que los centros educativos adopten unas normas básicas de higiene respiratoria. Entre las que destaca: prohibir que se fume en todo el colegio, utilizar sustancias no irritantes para las vías respiratorias para la limpieza de las aulas y otras instalaciones, ventilar las aulas cuando no estén presentes los estudiantes, usar tizas que no suelten polvo, usar librerías para guardar los libros y cuadernos y eliminar las moquetas y alfombras que acumulan polvo.

La vuelta al colegio significa también la vuelta a las actividades deportivas y de educación física. El ejercicio se convierte en un desencadenante para la crisis de asma, sobre todo cuando la inflamación de los bronquios está presente, debido a los factores enumerados anteriormente. El profesorado de educación física o el entrenador deben estar alerta y atento a los alumnos con problemas asmáticos y tener presente que para ellos hay ciertas pautas que deben ser respetadas para evitar las crisis inducidas por ejercicio. Es importante que realicen precalentamiento antes del ejercicio, inspiren por la nariz y espiren por la boca, eviten los cambios bruscos de temperatura y se cambien de ropa después del ejercicio.

El profesorado debe saber qué estudiantes tienen asma y si se presentan síntomas con el ejercicio, administrar un medicamento antes de realizarlo.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica considera que "es necesario que el profesorado tenga nociones básicas sobre cómo actuar si un niño o niña sufre una crisis de asma en el centro. Los padres de niños asmáticos deben informar al colegio de la situación de su hijo y ponerse en contacto con padres en la misma situación a través de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA)."

Por otro lado, el Dr. Manuel Praena recomienda una visita al pediatra o neumólogo para revisar el tratamiento preventivo, "especialmente si se ha suspendido el tratamiento en verano y para valorar la administración de la vacuna de la gripe, ya que el asma podría agravarse en caso de presentar una gripe, desencadenando una crisis asmática".