La organización agraria UPA-UCE de Extremadura ha advertido de la situación de sequía que padece la zona de los embalses del Borbollón y Rivera de Gata, hasta el punto de que no es posible atender la demanda de riego de los cultivos de la zona.

Representantes de UPA-UCE y de la Comunidad de Regantes del Embalse del Borbollón y Rivera de Gata se reunirán este ximo lunes con el director general de Infraestructuras e Industrias Agrarias de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, Eduardo de Orduña, para informarle sobre esta situación.

Según informa la organización agraria en una nota remitida a Efe, la falta de lluvia en los últimos meses ha dificultado el almacenamiento de agua y está provocando que se tengan que llevar a cabo restricciones en la zona.

En total, son 1.300 regantes los afectados por esta situación, que tienen unas 9.300 hectáreas de cultivos de riego.

Sin embargo, actualmente sólo hay agua suficiente para regar el 70 por ciento de estas hectáreas sembradas por los agricultores, de modo que el resto, unas 3.000 hectáreas, "quedarán sin posibilidad de riego".

Ante esta situación, UPA-UCE exigirá el lunes al representante de la Consejería de Agricultura la modernización de la red de riego de esta zona del norte de Cáceres, que fue construida hace unos 40 años y en la que "nunca" se han realizado obras de mejora.

A su juicio, con la modernización de estas infraestructuras, que se encuentran "muy deterioradas", sería posible un importante ahorro de agua, "tan necesario en esta época de sequía".

Asimismo, exige la exención de las tarifas de riego a estos agricultores porque, según argumenta, ya que no tiene sentido pagar a la Confederación Hidrográfica del Tajo un precio por hectáreas que no se van a poder regar.

Por su parte, la Comunidad de Regantes del Embalse del Borbollón y Rivera de Gata está estudiando la posibilidad de realizar algún tipo de trasvase para paliar la situación, dada la insuficiente capacidad de almacenamiento de estas dos presas, que cada cierto tiempo sufren las consecuencias de la falta de agua.

La zona afectada por este problema es una comarca eminentemente rural del norte de Cáceres, indica la nota, donde la mayoría de la población subsiste gracias al sector primario.

Cada agricultor posee de media unas siete hectáreas de regadío, de las que este año tendrá que dejar dos de ellas sin regar, una vez realizada la inversión de la siembra de su cosecha.