Los 31 trabajadores que forman la plantilla del servicio de limpieza han aplazado hasta al viernes la huelga indefinida que tenía que haber comenzado en la medianoche de ayer tras haber retomado las negociaciones con la empresa mixta para cerrar un nuevo convenio colectivo. La plantilla solicita un incremento salarial de un 33% aplicable en tres anualidades.

El pasado viernes, algunos trabajadores y representantes de los sindicatos que los representan se reunieron con el alcalde José María Ramírez Morán, para llegar a un acuerdo sobre los servicios mínimo y encontrar una solución al conflicto y evitar así la huelga. Ayer por la mañana, empleados, varios concejales y responsables de Cespa se volvieron a reunir en el ayuntamiento. Tras el encuentro, y después de hablarlo entre ellos, los trabajadores decidieron aplazar el paro hasta el viernes.

El sindicato FSP-UGT anunció ayer, en una nota de prensa, que mañana volverán a sentarse con la empresa para negociar un convenio colectivo "satisfactorio" para ambas partes. No obstante, la secretaria del sector servicios a la comunidad de UGT Extremadura, Elena Carretero, señaló, tras finalizar la reunión de ayer, que es muy importante para la plantilla que se haya producido este aplazamiento y vuelto a retomar las negociaciones, ya que ellos son los primero que no quieren ir a la huelga.

Además, el sindicato UGT reconoce también en la misma que "a instancias de José María Ramírez se ha retomado la negociación con el objetivo de llegar a un acuerdo negociado al conflicto y de una manera pacífica". Los trabajadores, por su parte, aseguraron también ayer que esperan no "verse obligados a llegar a la huelga, pues perjudicaría en mayor o menor medida a toda la población", y recuerdan que llevan negociando el convenio diez meses.

Los empleados piden que el convenio tenga una duración de tres años, en los que durante el primer año la subida sería igual al IPC del año anterior, más un 16% de la tabla salarial y una paga extraordinaria en marzo. Después, durante el segundo y tercer año, el salario se incrementaría en relación al IPC más un 0,5% de la tabla salarial.

La empresa, por su parte, les ofrece firmar un convenio por dos años con la subida salarial repartida en un 4,2% más el 70% de la paga extraordinaria durante el primer año, y un 4% más el 95% de la paga extraordinaria para el segundo año.

Entre lo que solicitan los trabajadores y ofrece la empresa hay una diferencia de 30.000 euros anuales. Los trabajadores propusieron la semana pasada al ayuntamiento que aporte esta dinero, argumentando que es miembro de la empresa mixta (tiene un 49%) y su situación económica es positiva, pues, según ellos, tiene superávit.

El teniente alcalde, Juan Manuel Forte, les contestó ayer que la Administración pública no les dará ese dinero y avanzó que, a partir de ahora, un representante del ayuntamiento estará presente en las reuniones que se produzcan entre los trabajadores y la empresa para cerrar el convenio.

Según los datos aportados por los sindicalistas, un conductor cobra en la actualidad 930 euros mientras que en el 2003 –año en el que se privatizó el servicio– su sueldo era de 1.300 euros. Según estos datos comparativos, más reducido es el salario que percibe un peón, que solo gana ahora unos 800 euros. Los trabajadores y el sindicato volvieron a señalar ayer "que lo único que pretenden es tener un sueldo digno", que esté de acorde con el trabajo que realizan.

Cuando era el ayuntamiento el que gestionaba el servicio, la plantilla estaba formada por unos quince trabajadores, todos con trabajo temporal. Al cambiar la gestión del servicio, la plantilla se incrementó y la formaron unos 30 operarios que consiguieron que su contrato pasase de ser temporal a fijo. Este cambio lo consiguieron gracias a la firma del primer convenio colectivo con la empresa.

Según recordó la semana pasada Carretero, entonces se acordó que cuando se negociase el segundo convenio se aumentarían los salarios. "Antes le dimos más importancia a mejorar la temporalidad de los contrato y dijimos que después trabajaríamos por los sueldos y es lo que estamos haciendo ahora al pedir este incremento del 33%", añadió.

Los trabajadores también excusan esta petición de incremento salarial en que ahora recogen más basura que antes. Según sus datos, cuando el servicio lo gestionaba la corporación municipal se recogían 10.000 toneladas anuales y ahora son 40.000. Además, tienen un horario de 36 horas y media a la semana.