El chófer y la asistenta del matrimonio asesinado en el residencial Montesol la semana pasada, detenidos el viernes por la policía por su relación con el crimen, ingresaron anoche en prisión preventiva por orden de la jueza instructora del caso, que decretó la medida cautelar de internamiento tras tomarles declaración durante casi ocho horas, según pudo confirmar este diario de diversas fuentes.

El ingreso en prisión supone presuntamente que la jueza considera que hay indicios incriminatorios suficientes contra ellos en la investigación llevada a cabo sin descanso por la Policía Nacional, desde que el miércoles fueron hallados los cuerpos sin vida de Juan Antonio Torrecilla y su mujer Mercedes García de las Heras, ambos de poco más de 50 años, molidos a golpes en el salón de su casa de la calle Las Grullas.

Rafael S. G., de 36 años y natural de Cáceres, el conductor y hombre de confianza de la pareja, y Angeles (también conocida como Mariselma), la criada de nacionalidad brasileña, pasaron ayer por la mañana a disposición del juzgado de Instrucción número 3 para prestar declaración. Ella lo hizo en primer lugar, asistida por la letrada de oficio María Rosario Fernández y en dos fases, dos horas por la mañana y otras tantas por la tarde. El, asistido por el abogado Crescencio Canelo, lo hizo a partir de las siete de la tarde y durante más de tres horas.

El contenido de sus testimonios es una incógnita. Tanto abogados, como la fiscal, la jueza o los familiares -la madre y el hermano- de Rafael S. G. rehusaron hacer declaraciones a los medios de comunicación que hicieron guardia en el palacio de justicia hasta media noche, cuando concluyeron las diligencias. La jueza instructora, Mari Luz Charco, emplazó anoche a un comunicado oficial que se emitirá hoy, informa Juanjo Sánchez..

El primer abogado que asistió de oficio al chófer del matrimonio en la declaración ante la policía el domingo, Juan José Moreno -ayer traspasó el caso por petición familiar a su otro colega-, aseguró no obstante que, al menos en ese testimonio, Rafael S. G. había defendido su inocencia, asegurando que él no los había matado. "Vino a culpar a la asistenta de estar en esa situación y no podía creer que la policía pensara que lo había hecho él", relató el abogado. La declaración ante la policía se prolongó durante cinco horas y media.

Según este letrado, el conductor fue quien, junto a los dos hijos menores de la pareja, encontró los cadáveres. De hecho, en las primeras horas que sucedieron al hallazgo, Rafael S. G. se encontraba en las inmediaciones de la vivienda junto a los hijos de la pareja y la policía.

Ayer se confirmó que el fallecido, Juan Antonio Torrecilla, había contratado los servicios de Rafael S. G. como chófer hacía tan solo veinte días y lo hizo porque el conductor que utilizaban con anterioridad, amigo tanto de Rafael S. G. y de la propia asistenta, dejó el trabajo. La víctima pagaba al chófer entre 20 y 30 euros diarios.

Tanto Rafael S. G. como la asistenta eran supuestamente toxicómanos, según fuentes judiciales y policiales, por lo que frecuentaban el bloque C de la calle Ródano. También se conoció ayer que la asistenta había estado viviendo con el matrimonio hasta una semana antes del suceso, aseguró el abogado Moreno Iglesias, y que la pareja decidió "echarla de casa", aunque aún acudía a hacerles algunos trabajos de limpieza de forma esporádica. Esta declaró a la policía que tenía miedo de Rafael, explicó la misma fuente.

Los detalles claves del doble asesinato, como son el día en que pudo cometerse, el arma que se empleó para matarles o el móvil, siguen sin desvelarse ante el secreto de sumario que pesa aún sobre la investigación y todas las diligencias del proceso. Aunque en un principio se informó que podía haber tres detenidos, otro individuo en busca y captura, este al menos no pasó ayer a disposición judicial.

La Policía Nacional, que practicó las detenciones tan solo 48 horas después de descubrirse las muertes, según publicó ya este diario el sábado, ha contado con la colaboración de un equipo especializado en crímenes violentos de Madrid. El grupo de investigadores presentó también ayer sus informes a la jueza, lo que confrontado con las declaraciones de los detenidos, llevó a la decisión del ingreso en prisión preventiva de ambos.