Vivir junto al ferial municipal del Berrocal es no pegar ojo por las noches y más en verano cuando el botellón es casi diario. Pero además del ruido nocturno, cada mañana se acumula más y más basura dado que la recogida es semanal, según denuncian los afectados. Tal es el malestar en estas urbanizaciones, que algunos residentes contemplan solicitar el amparo de la Delegación del Gobierno, vista la desidia municipal. "Como el ferial es el único recinto autorizado para el botellón –explica un afectado– parece que el ayuntamiento da por bueno el efecto que tiene para los que vivimos aquí y yo invito a la alcaldesa a que se venga a dormir una noche con nosotros". Según la Ley de Ocio y Convivencia de la Junta de Extremadura, cada ayuntamiento tiene que autorizar un único espacio para el botellón , pero los afectados añaden que también es competencia municipal defender el derecho al descanso de los sufridos vecinos de las zonas afectadas.