Dos colectivos conservacionistas, WWF Adena y Aems Ríos con Vida, han solicitado la protección del curso del río Almonte. Adena con su declaración como reserva ambiental hidrológica, mientras que Aems Ríos con Vida con su calificación como reserva natural fluvial (el máximo nivel de protección hídrica). Esta última solicitud se basa en un informe que ha realizado el profesor de la Uex, Pedro Brufao, y da un paso más allá que la petición de Adena, ya que se fundamenta en el reciente reglamento de la planificación hidrológica.

Las dos solicitudes están dirigidas al Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Confederación del Tajo, y afectan al río del que se iba abastecer Cáceres en el primer proyecto redactado para suministrar con garantías de futuro a la ciudad. Durante más de un lustro se apostó por ejecutar una presa, que en el 2003 se proyectó con una capacidad de 40 hectómetros cúbicos (el doble que el Guadiloba) en una cerrada del río cerca de Monroy.

Pero la opción del Almonte, defendida por muchos como la mejor, empezando por el anterior gobierno municipal, por la calidad del agua y la cercanía con Cáceres, fue desterrada con la declaración de impacto ambiental de este proyecto.

En la declaración se descartaba la nueva presa porque afectaba a cinco normas ambientales: dos directivas europeas, el LIC (Lugar de Interés Comunitario) del Almonte y dos zepas (zonas de especial protección de aves).

A raíz de este proyecto surgió una plataforma que se opuso al mismo y de la que se puede decir que nacen las dos peticiones de protección. Brufao abre su reciente informe destacando que el Almonte es, "por sus valores naturales y simbolismo", un candidato idóneo para ser el primer ejemplo de protección integral de un río. Uno de los objetivos de calificarlo como una reserva natural fluvial es proteger el río de posibles concesiones de uso de cualquier tipo. En estas dos solicitudes de protección se dice que el Almonte es con su cuenca de cien kilómetros "un muestrario de ecosistemas que están excelentemente conservados".

Pero también hay otras opiniones, como la del catedrático y decano del colegio de Caminos, Santiago Hernández, quien comentó, en unas recientes jornadas, que el error no fue proyectar la presa en el Almonte, sino hacerla con ese tamaño, ya que con una intervención menor (parecida al Guadiloba) habría sido suficiente para Cáceres por las aportaciones del Almonte que garantizarían el suministro.