Menos de un tercio de los padres extremeños solicitan el permiso de paternidad, un derecho al que pueden acogerse desde la entrada en vigor de la Ley de Igualdad y que les permite disfrutar de trece días para el cuidado de sus hijos recién nacidos. En los seis primeros meses de vigencia –los transcurridos entre el 24 de marzo y el 30 de septiembre pasados– el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales concedió en la región 1.924 prestaciones de este tipo. Si se toma el promedio de nacimientos mensuales en la región –unos 850 durante los últimos dos años–, la proporción de permisos sobre el total de alumbramientos apenas si llega al 36%.

Es cierto que los padres de algunos de los nacidos a lo largo de este periodo no eran potenciales beneficiarios, bien por no ser trabajadores o bien por no acumular el periodo mínimo de cotización exigido –360 días en toda la vida laboral o 180 días en los últimos siete años–. Pero aun así, el margen de mejora parece evidente. Basta considerar los más de 4.520 permisos de maternidad tramitados en Extremadura a lo largo de los tres primeros trimestres del año. Esta cifra supone una media mensual de más de quinientas prestaciones, el doble de lo promediado con las solicitudes de los padres. En el resto de España, hasta septiembre la proporción de prestaciones fue del 43% sobre el total de nacimientos, informa El Periódico Extremadura.

Los dos sindicatos con mayor implantación en la región, CCOO y UGT, prefieren mirar el vaso medio lleno e interpretar estos datos teniendo en cuenta cómo estaba la situación antes de marzo pasado. Teodora Castro, secretaria de Comunicación y Mujer de Comisiones Obreras, piensa que, aunque se trata de un dato "significativamente mejorable", representa un avance, ya que con anterioridad a la entrada en vigor de la ley "se había producido un estancamiento en las solicitudes de permisos por parte de los padres". Castro señala que de lo que se trata ahora es de observar si esta tendencia positiva se prolonga en el tiempo.

Respecto al cambio de mentalidad social que busca promover la nueva ley, Castro cree que éste se está produciendo, si bien incide en que "muy lentamente". "La palabra clave es corresponsabilidad; que el hombre se implique por igual en el cuidado de los hijos. Esto significa un cambio cultural radical que no se puede dar de hoy para mañana, pero se están poniendo las bases", concluye.

También Marisa Alvarez, secretaria para la igualdad de la mujer trabajadora de UGT Extremadura, considera que "estos datos, dentro de lo malo, son bastante buenos", pero añade que todo lo que no sea llegar al 100% de los potenciales beneficiarios "no es satisfactorio". En cualquier caso, explica que en estas estadísticas no figuran aún muchos de aquellos padres que han decidido esperar a que finalice la baja por maternidad de su pareja –que dura un máximo de 16 semanas– para solicitar el permiso de paternidad y así poder prolongar el periodo en el que uno de los progenitores permanece en casa al cuidado del hijo. "La mayoría de las consultas que hemos recibido, y han sido muchísimas –añade–, optaban por sumar los dos permisos".