El Consejo de Gobierno autorizó ayer a la Consejería de Infraestructuras la contratación de las obras en dos de los seis tramos en que se ha dividido la autovía entre Plasencia y la frontera con Portugal, prolongación de la EX-A1 que va desde Navalmoral de la Mata hasta la capital del Jerte. La autorización supone que Infraestructuras sacará en los próximos días la licitación para estos tramos, con el fin de iniciar las obras este mismo año.

El primero de los trazados a los que se ha dado vía libre es el que va desde la conexión entre la Autovía de la Plata y la actual EX-A1 en Plasencia hasta Galisteo. En total son 11 kilómetros, y el coste estimado ronda los 44 millones de euros.

En cuanto al segundo va desde Galisteo hasta El Batán, con un trazado que suma algo más de diez kilómetros y cuyo presupuesto básico es de poco más de 39 millones de euros.

En ambos casos el plazo de ejecución es de tres años menos un mes, aunque este plazo podría ser menor en función de las ofertas que presenten las constructoras.

Asimismo, el Consejo de Gobierno autorizó la contratación de la asistencia técnica para ambas obras, cuyo presupuesto conjunto supera los 1,5 millones de euros.

 

Las obras cuya licitación se aprobó ayer suponen aproximadamente un tercio del trazado total de esta autovía, que finalizará junto a la localidad portuguesa de Monfortinho.

Se estima que la inversión global superará los 271 millones de euros, y la intención es que todo el trazado esté concluido en el 2010. El trazado, que tocará Coria y Moraleja, servirá para dar una salida rápida por autovía al tráfico del noroeste de la provincia de Cáceres.

Además, y dado que la EX-A1 tiene conexión ya con la Autovía de la Plata y la de Extremadura, se espera que capte parte del tráfico que se desplace desde Madrid y desde el norte de España hasta Portugal, restando vehículos a los trazados de las autovías nacionales situados más al sur.

De hecho, las estimaciones de tráfico recogidas en el estudio informativo que determinó la oportunidad de realizar esta inversión apuntaba que en el 2010, cuando se abra, la autovía soportaría casi 5.500 vehículos por día. Hacia el 2020 esta intensidad pasaría a más de 7.000 vehículos diarios y en el 2030, último año para el que se realizó la proyección de tráfico, se superarían los 8.200 vehículos.

En todo caso, la utilidad de esta autovía también estará condicionada por la actitud del Gobierno portugués, ya que es básico que desde el otro lado de la frontera se acometa la unión por vía rápida hasta Castelo Branco, que dista 76 kilómetros, y desde donde ya habría acceso al sistema de autopistas luso que lleva a Oporto y Lisboa.

Al margen de esta actuación, el nuevo Gobierno extremeño será el encargado también de impulsar la construcción de las autovías Cáceres y Badajoz, ahora en estudio informativo, y Zafra-Jerez, cuyo estudio está en la última fase y ya se están redactando los proyectos de construcción. Con ello se cerraría, al menos por el momento, el mapa de autovías regionales, que quedaría conformado por trazados que suman 273 kilómetros.