Agentes de la Policía Nacional han liderado una operación antiterrorista que se ha saldado con la detención de cinco personas, una de ellas en Cáceres, acusadas de pertenencia y colaboración con la organización terrorista Daesh.

Además de la detención de Cáceres, en la operación han sido detenidas otras cuatro personas más, dos de ellas en la provincia de Valencia, otra en Alicante y una más en Guipúzcoa. De los cinco detenidos, cuatro de ellos han ingresado en prisión por orden judicial.

Se trata de la segunda fase de la operación MIYA, iniciada por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional en 2021, que ha contado con la colaboración de Servicios de Inteligencia y Seguridad de doce países, entre ellos la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) marroquí, la Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) argelina, la Direction Générale de la Sûreté Nationale (DGSN) mauritana, el Federal Bureau of Investigation (FBI) norteamericano, la FEDPOL suiza y EUROPOL.

La Policía Nacional no ha ofrecido más datos acerca de la persona detenida en la provincia de Cáceres, aunque sí ha confirmado que en nuestro país, la CGI ha contado con la colaboración de sus Brigadas Provinciales de Información de Valencia, Alicante, Cáceres y San Sebastián, así como del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La investigación ha estado coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

El Estado Islámico de Irak y Siria (Isis), o Daesh, es un grupo yihadista suní creado en 2013 como una escisión de Al Qaeda en Irak. Su ocupación de amplias zonas de Siria e Irak, entre ellas la ciudad de Mosul, lo convirtió en uno de los principales grupos terroristas a nivel mundial.

OCHO DETENIDOS

Tras año y medio de investigación se detectó que una persona de origen magrebí, residente en nuestro país, estaba en contacto con un yihadista que había entrado en Europa atravesando la denominada ruta de los Balcanes. El objetivo de ese radical era llegar a Francia para cometer un atentado en nombre de DAESH, a lo que el investigado en España le ofrecía su colaboración. Tras una intensa investigación, los especialistas en contraterrorismo yihadista de la CGI localizaron en Suiza al hombre que pretendía atentar en Francia, por lo que transmitieron inmediatamente la información a sus colegas de la FEDPOL helvética.

Ante el riesgo que suponía la planificación de este atentado, se organizó en tiempo record una operación conjunta en Suiza y en España que se saldó con la detención simultánea en marzo de 2022 de ambos radicales. En esa primera fase de la operación se produjeron otras seis detenciones en Europa y el Magreb, elevando a ocho el total de detenidos. El detenido en nuestro país fue condenado por delitos de terrorismo a dos años de prisión, saliendo en libertad a mediados de 2023.

Tras esa primera parte de la operación, los analistas de la CGI descubrieron que los dos detenidos eran parte de una red internacional de apoyo a DAESH que estaba establecida en tres continentes. Por tal motivo se comenzó una macrooperación conjunta con los Servicios de Seguridad e inteligencia de doce países de Europa, Oriente Medio y Magreb.

INTERVENIDAS CRIPTOMONEDAS

Como consecuencia de esta compleja investigación, que ha durado dos años y medio, se ha puesto al descubierto una red yihadista de apoyo a DAESH con ramificaciones en Afganistán, Oriente Medio, Sahel, Magreb y Europa. Sus miembros se dedicaban presuntamente a la obtención de fondos provenientes de la comisión de delitos en Europa para financiar sus actividades terroristas. Movían grandes cantidades de dinero a través de envíos internacionales y criptomonedas, lográndose en los registros la incautación de criptos por valor de casi 200.000 euros.

Asimismo, algunos miembros de la red intentaban adoctrinar a nuevos adeptos en el credo yihadista y apoyarles en el caso de que mostraran sus deseos de llevar a cabo atentados terroristas. Se ha detectado que esta red habría ayudado en la planificación de al menos dos atentados que finalmente fueron neutralizados por la acción de los servicios de seguridad.

La investigación en España ha concluido ahora con la detención de estas cinco personas. Uno de los investigados en nuestro país había sufrido una fuerte radicalización en los últimos meses, y en las últimas semanas mostraba sus deseos de llevar a cabo un atentado, circunstancia que precipitó la explotación de esta operación. Durante el registro de su domicilio se encontró munición de arma corta y un hacha. A los detenidos también se les han intervenido manuales para la confección de explosivos, manuales de adoctrinamiento a menores y propaganda yihadista.

Esta operación ha supuesto la desarticulación de parte de los canales de infraestructura y apoyo de Daesh establecida en Europa, Oriente Medio y el Magreb, así como el apoyo a nuevos adeptos en sus deseos yihadistas. Asimismo, este operativo ha mostrado la importancia de la colaboración internacional en la neutralización de la amenaza.

La Comisaría General de Información ha llevado a cabo en lo que va de año 22 operaciones en las que se ha detenido a 54 presuntos yihadistas, 36 de ellos en nueve operaciones ejecutadas en los dos últimos meses.