La Escuela Profesional “José Alonso Vicente” de Plasencia, a través del programa ESCALA, ha desarrollado el proyecto de Aprendizaje y Servicio (APS) “Huellas que dejan huella”, en colaboración con el Refugio de Animales de Plasencia, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los animales abandonados y fomentar una ciudadanía más comprometida.

El proyecto ha sido presentado por la concejala de Escuelas Profesionales, Ana Gallego, quien ha destacado que “este tipo de iniciativas tienen un doble impacto: por un lado, hacen que la formación profesional sea útil, motivadora y práctica para el alumnado, y por otro, generan beneficios tangibles para nuestra ciudad. En este caso, para un servicio municipal como el refugio de animales”.

Gracias a este proyecto, el alumnado del módulo de carpintería ha construido casetas de madera, camas y mobiliario adaptado para los perros del refugio. Además, se ha elaborado un vídeo documental para visibilizar la situación del centro y sensibilizar a la ciudadanía sobre la realidad del abandono animal.

José Luis González Vega, director de la escuela, ha subrayado el fuerte compromiso del alumnado, ya que “los alumnos del grupo no solo trabajaron con ilusión, sino que incluso buscaron materiales reciclables, trajeron herramientas de sus casas, contactaron con empresas y resolvieron cada reto que se les presentó. Esta implicación demuestra que están aprendiendo no solo un oficio, sino también a mirar el mundo con ojos solidarios y responsables”.

Una de las alumnas participantes, Agustina Iglesias, conocida como Chiqui, ha relatado emocionada la experiencia vivida: “Desde el primer momento nos unimos como equipo para hacer algo que de verdad mereciera la pena. Desde desmontar y lijar palés hasta montar y barnizar las casetas, todo lo hicimos con nuestras manos y con el corazón. A la vez que aprendemos, ayudamos a que los perros vivan con más dignidad”.

Durante la presentación, también tomó la palabra Salud Mateo, directora del Refugio de Animales de plasencia, quien agradeció profundamente el trabajo del alumnado: “Gracias a este proyecto, nuestras instalaciones ganan en bienestar, orden y funcionalidad. Pero seguimos necesitando colaboración: voluntarios, materiales de limpieza, comida para los animales… Todo apoyo es bienvenido. Son más de 100 animales los que atendemos, y cada ayuda cuenta”.

Además, la concejala Ana Gallego anunció que el próximo martes 29 de julio, a las 10.30 horas, se hará entrega oficial de las casetas, camas y mobiliario realizados por el alumnado en el propio refugio, como cierre simbólico de esta primera fase del proyecto, que queda abierto para posibles nuevas ediciones o ampliaciones en el futuro.

La jornada estará abierta a toda la ciudadanía, especialmente a quienes deseen participar como voluntarios en las labores de limpieza y mantenimiento del refugio, sumándose así a esta iniciativa solidaria.