Una cosechadora originó el incendio que afectó a 100 hectáreas en Monterrubio de la Serena
El incendio tuvo lugar el pasado 8 de junio y el Infoex declaró el vivel 1 de peligrosidad por la proximidad de las llamas a instalaciones ganaderas y parcelas de la zona. La Guardia Civil sostiene que fue debido a las chispas de una cosechadora.
Una cosechadora que realizaba labores agrícolas pudo originar el incendio forestal que tuvo lugar el pasado 8 de junio en el término municipal de Monterrubio de la Serena que obligó a declarar el nivel 1 de peligrosidad.
Las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil de Monterrubio de la Serena y los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Castuera, han llegado a la conclusión de que el incendio que se originó en el paraje “Los Canchales”, a unos tres kilómetros de la población, fue debido a las labores realizadas por la cosechadora.
El Infoex declaró el vivel 1 de peligrosidad por la proximidad de las llamas a instalaciones ganaderas y parcelas de la zona. El fuego afectó a terrenos de siembra, pastos y retamas, provocando daños sobre una superficie de aproximadamente 100 hectáreas de cereal, trigo, pastos, olivos y encinas.
La Guardia Civil inició una labor de investigación e inspección pericial en la zona para tratar de identificar el origen del incendio y ha determinado ahora que una persona con una cosechadora que realizaba labores agrícolas en la finca pudo provocar fortuitamente las primeras llamas.
El resultado de la investigación concluye que el vehículo especial provocó fricciones metálicas con las piedras del terreno, lo que originó las chispas que dieron lugar al incendio. Estas chispas, en estado frio, fueron muestreadas como “esquirlas” para ser puestas a disposición judicial.
La Guardia Civil ha asegurado que el conductor de la máquina carecía de la declaración responsable para actividades con máquinas recolectoras, por lo que ha instruido las correspondientes diligencias que han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Castuera.
Para la extinción de las llamas fue necesario movilizar a dos helicópteros, camiones motobombas, agentes del medio natural y técnicos, dotaciones del SEPEI de la Diputación Provincial, retenes, servicios sanitarios y patrullas de la Guardia Civil. El fuego quedó controlado la misma jornada en la que se originó.