El Gobierno no ha recibido una solicitud formal para aplazar el cierre de la Central de Almaraz

Central Nuclear de Almaraz.
El Gobierno no ha recibido una solicitud formal para aplazar el cierre de la Central de Almaraz

Desde el Ministerio se subraya que cualquier cambio en el calendario nuclear debe ser compatible con tres condiciones, garantía de seguridad nuclear, seguridad de suministro y neutralidad económica para consumidores y contribuyentes.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha confirmado que todavía no ha recibido ninguna petición oficial para modificar el calendario de cierre de la Central Nuclear de Almaraz, cuya primera unidad tiene prevista su clausura en 2027, según el protocolo firmado en 2019.

Aunque recientemente Endesa e Iberdrola remitieron una carta al Ministerio con una propuesta para ampliar la vida útil de las centrales nucleares, el Ejecutivo ha reiterado que dicha comunicación no cumple los requisitos necesarios para considerarse una solicitud formal, ya que no estaba firmada por todas las compañías implicadas, como Naturgy y EDP, tampoco se ajusta a las condiciones fijadas por el Gobierno.

Desde el Ministerio se subraya que cualquier cambio en el calendario nuclear debe ser compatible con tres condiciones innegociables: garantía de seguridad nuclear, seguridad de suministro y neutralidad económica para consumidores y contribuyentes.

En el caso específico de Almaraz, gestionada por Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), cualquier decisión requiere la unanimidad de todos los partícipes, independientemente de su cuota accionarial. Iberdrola ostenta el 52,7 % del capital, Endesa el 36 % y Naturgy el 11,3 %.

El protocolo de cierre nuclear acordado hace seis años establecía un calendario progresivo de clausura para el parque nuclear español entre 2027 y 2035, y hasta el momento, según fuentes del Ministerio, ninguna solicitud oficial ha puesto en cuestión ese compromiso.

El debate sobre el futuro nuclear sigue abierto, pero el Gobierno mantiene su postura: no habrá marcha atrás sin un consenso unánime entre los operadores y el cumplimiento de sus tres líneas rojas.

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