En una jornada calurosa en Guadalupe, Doña Letizia ha dado la bienvenida al verano de la mejor manera posible.  Lo ha hecho estrenando un vestido camisero de lo más tropical, diseñado por Yolanda Guillén.

 Este modelo, con claras influencias veraniegas, ha sido escogido no sólo por su frescura y estilo, sino también por su historia. La prenda es una de las últimas en llegar de la colección de Guillén, cuyo taller sufrió grandes daños a causa de la DANA que arrasó varias zonas de Valencia.

El vestido de manga larga, que la consorte de España llevaba remangado debido a los 27º que se registraban en la localidad, destaca por su llamativo estampado floral en tonos vibrantes como azul, naranja, amarillo y verde sobre un fondo blanco. Un diseño que captura la esencia del verano con su energía y frescura. El modelo también incorpora un cuello camisero clásico, mientras que la falda de vuelo añade un toque de elegancia sin sacrificar la comodidad.

No podía faltar el cinturón a tono, que marcó la figura de la Reina consorte, logrando un acabado impecable. Un look que no solo refleja las tendencias del momento, sino también un mensaje de apoyo y solidaridad hacia la diseñadora Yolanda Guillén, quien se ha visto obligada a reconstruir su negocio tras la devastación de la tormenta.

Sin duda, Doña Letizia, con su habitual elegancia, ha vuelto a capturar la atención de los medios con una prenda que no solo es estilosa, sino también un acto simbólico de resiliencia frente a las adversidades.