Bohonal de Ibor no olvida a Rosalía Cáceres: un homenaje que mantiene viva la esperanza

Rosalía Cáceres.
Bohonal de Ibor no olvida a Rosalía Cáceres: un homenaje que mantiene viva la esperanza

El acto conmemorativo comenzará a las 9.00 horas, con una marcha popular que partirá desde la Casa de la Cultura y recorrerá varios caminos rurales hasta llegar a un paraje conocido como la zona del Rosal, el lugar donde el teléfono móvil de Rosalía emitió por última vez señal 

Este domingo, el municipio cacereño de Bohonal de Ibor se vuelca en un emotivo homenaje a Rosalía Cadenas, una vecina de 75 años desaparecida en extrañas circunstancias el 25 de mayo de 2020. 

Cinco años después, su recuerdo sigue muy presente entre los habitantes del pueblo, que se resisten al olvido y mantienen encendida la esperanza.

El acto conmemorativo comenzará a las 9.00 horas, con una marcha popular que partirá desde la Casa de la Cultura y recorrerá varios caminos rurales hasta llegar a un paraje conocido como la zona del Rosal, el lugar donde el teléfono móvil de Rosalía emitió por última vez señal antes de desaparecer sin dejar rastro.

“No es solo un homenaje, es también un acto de justicia y de memoria”, señalan desde la organización. Con esta iniciativa, vecinos, familiares y amigos quieren mostrar su apoyo incondicional a la familia, que nunca ha dejado de buscarla, y también recordar que el caso sigue sin resolver.

¿QUE SUCEDIÓ?

La desaparición de Rosalía Cadenas sigue envuelta en incógnitas desde aquel 25 de mayo de 2020. Fue sobre la una y media de la tarde cuando su hijo recibió la primera llamada: Rosalía le comentó que estaba junto al pantano y que en breve emprendería el camino de vuelta a casa. Poco después, volvieron a hablar. Su hijo le pidió que no se moviera, ya que una prima iría a recogerla en coche. Sin embargo, Rosalía insistió en regresar por su cuenta. En ese momento, la conversación se interrumpió.

Minutos más tarde, el hijo logró retomar el contacto. Rosalía explicó que había colgado antes porque estaba subiendo una cuesta empinada y le costaba hablar por el esfuerzo. Fue lo último que se supo de ella. La llamada volvió a cortarse y, desde entonces, nunca más se tuvo noticias suyas.

Comentarios