Un niño extremeño de sólo 3 años derrocha arte y valentía en un encierro taurino
Su participación fue un ejemplo de cómo las nuevas generaciones pueden disfrutar y aprender de estas costumbres taurinas de forma segura.
Como si de la mítica escena de "Carros de fuego" se tratara, el video difundido en redes del pequeño Manuel corriendo delante de los bueyes en un encierro infantil no ha pasado despercibido para miles de personas.
La banda sonora de aquella historia de Harold Abrahams y Eric Liddell, en la que se veía a dos corredores británicos en los Juegos Olímpicos de París de 1924, seguro ha sido inspiradora a la hora de crear el video de Manuel, un valiente de sólo 3 años, que corrió el encierro infantil celebrado en Puebla de Argeme, localidad de colonización de la provincia de Cáceres.
En la película "Carros de fuego" los deportistas hicieron su carrera sin buscar una meta, sino simplemente por el impulso del corazón, un impulso que por segundo año consecutivo lanzó a Manuel a vivir una pasión que no entiende de edad.
En la secuencia de imágenes, que no deja de volar en redes sociales, reina el entusiasmo y el espíritu festivo en un encierro infantil, en el que Manuel Bravo dio una lección de emoción y coraje, atreviéndose a correr con una sonrisa de oreja a oreja delante de los bueyes.
Desde el primer momento, derrochó energía y respeto por la tradición taurina. Con paso ágil y mirada atenta, demostró no solo reflejos, sino también una conexión especial con el ambiente taurino adaptado para niños.
El espectáculo, diseñado bajo una segura organización, fue todo un ejemplo de cómo las nuevas generaciones pueden disfrutar y aprender de estas costumbres taurinas de forma segura, como explicó su padre Jaime Bravo, en una entrevista en Radio Interior.
"Es casi imposible que pase nada, son unos bueyes muy mansos. Tengo que destacar que el año pasado me dieron mucha caña desde PACMA por subir un vídeo parecido a éste. En cuanto lo vuelvan a ver, también se pondrán en contra", indicó Jaime Bravo.
"No podemos permitir que nos corten la libertad, ni a nosotros, ni a los niños. Este tipo de iniciativas, a la prueba están, son un éxito en nuestra región y todo aquel que quiera participar debe hacerlo sin presión de ningún partido político", finalizó.
El dueño de los bueyes es Perico Valle, pastor en los encierros de San Buenaventura y antiguo recortador, un hombre que lleva entre reses bravas casi toda la vida y que se mostró orgulloso de ver a un niño tan pequeño delante de los animales, "todo un ejemplo de valentía y de mantenimiento de las tradiciones", indicó en el magacine de Radio Interior.