La vicepresidenta de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha revelado este martes en el Congreso de los Diputados que Badajoz es uno de los tres puntos clave bajo investigación por su posible vinculación con el apagón eléctrico que afectó a millones de personas en la Península Ibérica el 28 de abril.
Junto a Granada y Sevilla, la provincia pacense se encuentra en el foco del análisis técnico por las oscilaciones detectadas en el sistema eléctrico poco antes del colapso.
El corte masivo de suministro se produjo a las 12:32:57, cuando una desconexión repentina de 2.200 megavatios en el sur de España desencadenó una caída crítica de frecuencia en el sistema eléctrico.
Este descenso, que llegó hasta los 48,0 Hz —muy por debajo del umbral de seguridad—, generó una cascada de desconexiones que terminó por aislar a la Península Ibérica del resto del sistema eléctrico europeo.
Según la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), en los minutos previos al apagón se registraron dos episodios de oscilaciones entre las 12:03 y las 12:07 y entre las 12:19 y las 12:21, en los que ya se activaron mecanismos de respuesta por parte de Red Eléctrica de España (REE) y su homóloga francesa RTE. Sin embargo, esas medidas no fueron suficientes para evitar el colapso posterior.
Aunque Aagesen ha descartado que el fallo esté relacionado con la cobertura, la reserva de potencia o el tamaño de la red, ha insistido en que la investigación sigue abierta y que se mantienen activos dos grupos de trabajo, incluido uno centrado en la ciberseguridad.
Las conclusiones definitivas se esperan en las próximas semanas, pero todo apunta a que uno de los puntos críticos del fallo pudo estar en territorio extremeño.