La extremeña, Carmen Rueda, elegida mejor pastelera de Oriente Medio y Norte de África
Este reconocimiento corona una trayectoria profesional de dos décadas en la que la hervasense, Carmen Rueda, ha vivido y trabajado en ocho países, perfeccionando un estilo personal marcado por la creatividad, la técnica y la innovación constante.
La chef originaria de Hervás, Carmen Rueda Hernandez, ha sido reconocida como la mejor pastelera de Oriente Medio y Norte de África 2025, galardón otorgado por la prestigiosa lista MENA’s 50 Best Restaurants.
Este reconocimiento corona una trayectoria profesional de dos décadas en la que Rueda Hernandez ha vivido y trabajado en ocho países, perfeccionando un estilo personal marcado por la creatividad, la técnica y la innovación constante.
Rueda Hernandez inició su formación culinaria en Madrid en 2004, y desde entonces su pasión por la pastelería la ha llevado a trabajar en algunas de las cocinas más influyentes del mundo.
Su primer contacto con el chocolate, durante una estancia en Barcelona, marcó un antes y un después en su carrera. A partir de ese momento, la chef decidió volcarse por completo en el arte dulce.
Entre sus experiencias más determinantes figura su paso por El Bulli, donde adquirió una visión completamente libre de la creatividad culinaria. Más tarde, en el restaurante The Fat Duck del chef británico Heston Blumenthal, profundizó en la narrativa gastronómica y el entendimiento multisensorial del comensal. Su recorrido profesional incluye también estancias en Francia, Singapur, Sudáfrica, Arabia Saudita y el Reino Unido.
Actualmente, Rueda Hernandez lidera Brix, un íntimo espacio de solo diez plazas ubicado en el puerto pesquero de Jumeirah, junto al célebre restaurante 3 Fils, en Dubái. En Brix, la chef presenta dos menús degustación exclusivamente de postres: The Silk Road y The Seasons.
El primero es un recorrido por seis países de la histórica Ruta de la Seda, representados en platos atrevidos que incluyen ingredientes como caviar, azafrán o algas caramelizadas. El segundo menú, más íntimo, se inspira en los recuerdos estacionales de la chef.
Cada menú va acompañado de maridajes sin alcohol diseñados por la propia Rueda Hernandez, en una propuesta sensorial donde cada detalle tiene un propósito. Ingredientes poco habituales en repostería como el ajo negro, el apio o el alga marina reflejan la influencia de su formación salada y su afán por romper fronteras en el mundo dulce.
La chef extremeña, que se describe como una eterna curiosa, considera que el análisis y la observación son claves para crecer en el oficio. Su historia es testimonio de que la excelencia no es fruto del azar, sino del esfuerzo sostenido y la pasión por el oficio.