Tras la lidia en la plaza, el toro de nombre Bailarín fue conducido por las calles del casco antiguo, abarrotadas de aficionados, vecinos y personas llegadas desde diferentes partes de mundo.
La rápida actuación del director de lidia, Rafael Cerro, evitó que la situación tuviera consecuencias más graves.
También se han dispuesto espacios adaptados para personas con movilidad reducida en zonas como el encierro y el recinto amurallado cercano al Ayuntamiento Viejo.
En este espacio, los interesados podrán consultar todos los actos, horarios, eventos taurinos, actividades culturales y demás celebraciones que forman parte de las fiestas más emblemáticas de la ciudad.
Esta tradición se mantiene en el tiempo gracias a la implicación de una de las peñas más emblemáticas de la ciudad, como es la Juventud Cauriense.