En el marco de esta operación, se intensificará la vigilancia en tramos de riesgo por velocidad excesiva, así como en puntos donde se supera habitualmente el límite permitido y existe un alto índice de siniestralidad.
Estos radares tienen una misión fundamentalmente educativa: persuadir a los conductores para que reduzcan la velocidad en zonas específicas. Cada municipio decidirá el lugar de instalación, “pero suelen ser en travesías, zonas de colegios, o espacios por donde transitan muchos peatones”.