Trasladados estos hasta el lugar del hallazgo y una vez analizado y estudiado el artefacto, se pudo averiguar que se trataba de un proyectil de artillería calibre 105 milímetros de la época de la Guerra Civil.
Ha sido el propietario el que ha dado la voz de alarma y, tras el descubrimiento, avisó de inmediato a la Guardia Civil, que acordonó la zona como medida de seguridad.