En la noche de este jueves dio comienzo el Ramadán, que este año se prolongará del 23 de abril al 23 de mayo. La fecha de inico del mes sagrado de los musulmanes la marcó la luna que aparece en el último día del octavo mes del calendario lunar islámico con la que comienza el noveno mes del calendario, aunque para muchos el inicio de tan señalada fecha será el 25 de abril.

La Policía Nacional ha hablado con todos los responsables de mezquitas y asegura que no se producirán problemas, rezos multitudinarios ni reuniones que contravengan lo estipulado en el Real Decreto sobre el Estado de Alarma.

Sin embargo, tal y como adelantó Radio Interior, sí está autorizado el desplazamiento de la población musulmana, incluso en largas distancias, para la compra de productos básicos que les permitan cumplir con los preceptos de su religión. 

El director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, el comisario José Ángel González, confirmó el miércoles que se cancelan los rezos colectivos en las mezquitas y cada musulmán deberá orar en su casa. Pero la dispersión geográfica de la población musulmana en Extremadura ha llevado a la Subdelegación del Gobierno en Cáceres a autorizar desplazamientos entre municipios, "ya sea a pie o mediante el uso de vehículos", siempre que "encuentren su causa en la adquisición de alimentos y/o otros productos de primera necesidad".

Las instrucciones que han recibido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es que los viajes deberán realizarse "al establecimiento comercial más cercano al domicilio habitual del ciudadano", aunque podrán viajar a lugares lejanos cuando se requiera algún alimento que "presente especificidades particulares derivadas de factores sanitarios, culturales u otras causas que singularicen los lugares de venta y adquisición de los mismos".

Esta solicitud fue realizada a la Subdelegación del Gobierno en Cáceres por las comunidades islámicas de El Batán y Talayuela y la intención era que se tramitase con discreción, aunque finalmente trascendió a la opinión pública generando una gran polémica.

Desde esta fecha, los musulmanes están autorizados a viajar para la compra de estos alimentos aunque la distancia desde el domicilio habitual "sea superior a la de los establecimientos minoristas generalistas o puedan encontrarse incluso en localidad distinta a la de residencia".