Las organizaciones profesionales agrarias más representativas de Extremadura reanudan sus protestas este lunes en Madrid, donde han desplazado a varios centenares de agricultores para reclamar mejoras para el campo.

Después del éxito de la convocatoria del pasado 15 de febrero, que logró movilizar a centenares de tractores de todo el país hasta la capital de España, los agricultores pretenden continuar haciendo ruido para que su protesta se eleve a Bruselas y se adopten medidas que contribuyan a paliar la situación de crisis que viven desde la aprobación de la Política Agraria Comunitaria (PAC).

A través de un recorrido de 4 kilómetros, las organizaciones profesionales agrarias reclamarán la adopción de medidas urgentes por parte de los ministros de Agricultura de la Unión Europea, a los que piden la aprobación de reformas en los suministros de la cadena alimentaria, así como el establecimiento de acuerdos comerciales con terceros países, la simplificación de la carga burocrática y la flexibilización de las restricciones impuestas tras la aplicación de la PAC.

Pero los agricultores extremeños no estarán solos, pues las organizaciones agrarias han convocado una protesta de ámbito nacional. El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha asegurado a Radio Interior que las reclamaciones del campo español son justas, necesarias y legítimas. algo que trasladarán al ministro de Agricultura, Luis Planas, en la reunión que celebrarán este lunes en la sede ministerial, de la que esperan avances que ayuden a resolver la crisis del campo.

A los agricultores extremeños se unirán miles de profesionales del campo de todo el país desplazados a Madrid en autobuses y vehículos particulares dentro de un calendario de protestas en unidad de acción que iniciaron de forma improvisada los agricultores de todas las comunidades autónomas a través de grupos de WhatsApp.

Las organizaciones agrarias llevan este lunes sus protestas a Madrid coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea por considerar que sus demandas, como productores de alimentos, se dirigen a las Administraciones a todos los niveles: europeo, nacional y autonómico, a cuyos representantes piden que escuchen al campo e impulsen las reformas necesarias para sacarle de su situación.