Churrería-Chocolatería Leo estará en la Feria y Fiestas de San Marcos de Talayuela que se celebrarán del 25 al 29 de abril, pero lo hará con un nuevo remolque porque el suyo fue robado el pasado 31 de marzo.

La familia se encontraba en la romería de Puente del Arzobispo (Toledo) en una jornada muy lluviosa y decidió cerrar la churrería hacia las 21:30 horas. Cuando fueron a trabajar al día siguiente por la tarde descubrieron que su remolque, que también es su negocio, había sido robado.

Ahora se ha sabido que el remolque-churrería fue remolcado por un vehículo a las 22.45 porque una cámara pudo registrarlo, pero apenas se aprecian con claridad las imágenes.

Leoncia, a la que todos conocen como Leo, da nombre a la churrería, un negocio que este año cumplirá 50 años en la Feria y Fiestas de San Marcos. Su hija, María Pajuelo, no oculta el mal momento que está pasando toda la familia por la pérdida de su negocio familiar.

«Está claro que estaban al tanto de ello porque en cuanto cerramos se la llevaron», dice refiriéndose al remolque, que con toda la maquinaria que iba en su interior tiene un coste aproximado de 150.000 euros. Es de las últimas churrerías que se han fabricado y la compraron antes de 2020, después de vender la anterior a otro propietario que ahora les ha ofrecido la suya para que puedan trabajar durante toda la temporada.

Esa circunstancia hará posible que este año puedan asistir a la feria de San Marcos y cumplir su medio siglo consecutivo en Talayuela, donde llegaron por primera vez en el año 1974. Primero fue en el centro del municipio y posteriormente en distintas ubicaciones hasta llegar al recinto ferial que se encuentra en la zona norte de la localidad.

Leo, la cara visible de la churrería, ya jubilada, ha aparecido en varios programas de televisión abatida por la pérdida que les ha supuesto el remolque-churrería que, más que un negocio, es parte de su vida. Desde entonces, las muestras de apoyo y solidaridad no han cesado: responsables de ayuntamientos de Toledo y de Cáceres, instituciones y mucha gente a título personal, se han volcado para intentar ayudar a esta familia tan querida por el público.

Este año regresarán a Talayuela como todos los años gracias a la generosidad de quien les compró su antiguo remolque hace años. Hay mucha gente que les está echando una mano y se encuentran muy agradecidos.

«Nunca sabes quién está detrás de ti hasta que sucede una desgracia como esta y te das cuenta de lo que te quiere la gente», dice la hija de Leo.

El negocio familiar lo gestiona su hermano, de 31 años, soltero, que vive con sus padres, Leo y Sebastián. Ya jubilados, ellos están pendientes de que a su hijo no le falta de nada porque la churrería es el sustento de toda la familia.

Nunca pensaron que en Puente del Arzobispo, el pueblo de su padre, fuesen a robarles su negocio, algo más que un remolque para hacer churros, porque en su interior se encontraba toda la maquinaria necesaria para su elaboración, esa que ya no se fabrica.

«La gente fue a la misa de la Virgen y pensó que nos habíamos llevado la churrería porque estaba lloviendo mucho, pero lo cierto es que nos la habían robado», recuerda María, que aún no acierta a comprender el alcance de lo sucedido. Al día siguiente, en Calera y Chozas, también robaron el remolque de un asador de pollos. Ahora la Guardia Civil trata de esclarecer ambos hechos.

El padre de Leo era natural de Almaraz y la cercanía de ese municipio hizo que ella viviera varios años en Talayuela. En estos días se encuentram comprando máquinas, perolas y todo lo necesario para elaborar los churros y permanecer fieles a su cita con la Feria y Fiestas de San Marcos.

«Se han llevado todo por lo que mis padres han estado luchando toda su vida», lamenta su hija, que no pierde la esperanza de que su familia pueda recuperar la churrería que ha estado en Talayuela y en tantos otros municipios de la provincia de Cáceres durante los últimos años.

En la imagen, remolque de Churrería-Chocolatería Leo que fue robado en Puente del Arzobispo el 31 de marzo y en el círculo, Leo.