La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX) haa denunciado públicamente el uso masivo, indiscriminado, repetido y sin rigor del glifosato en las cunetas de las carreteras extremeñas por parte de las diferentes administraciones con competencias en su gestión.

«Como consecuencia, las franjas amarillas anaranjadas de las plantas silvestres muertas nos acompañan sin interrupción, durante nuestros viajes por las provincias extremeñas. Aparte de afear la estética del paisaje y reducir el disfrute del viaje, esto supone un grave problema para la flora y fauna silvestre y supone una fuga de dinero público», indican desde Adenex.

El hecho de la contaminación a lo largo de cientos de kilómetros de cunetas en sí ya es un hecho muy grave y además aseguran que actualmente se fumigan también las cunetas en áreas naturales integradas en la Red Europea Natura2000 y «el vertido no se detiene sobre ríos, arroyos y zanjas con escorrentías de agua superficial y sus orillas».

Del mismo modo constatan que las fumigaciones no respetan los lugares donde habitan especies de flora y fauna amenazadas y protegidas legalmente. Es decir, aparentemente el rociado masivo con glifosato se produce sin control sobre las cunetas de prácticamente todas las carreteras extremeñas, sin tener en cuenta áreas, hábitats, ni especies protegidas, añaden desde Adenex.

«El uso indiscriminado de estos productos contribuye considerablemente al declive de plantas silvestres, así como de mamíferos, aves, anfibios, reptiles, peces, abejas, mariposas y otros insectos. Las cunetas, en muchos casos, desempeñan (o desempeñaban) un papel importante en la conservación de la biodiversidad y comprobamos que ya comienzan a verse muy afectadas, sobre todo en los entornos agrícolas. Para algunas poblaciones de fauna y flora amenazadas y protegidas legalmente, las cunetas formaban su último refugio», indican.

Desde Adenez han pedido a las diferentes administraciones encargadas de su mantenimiento y conservación que paralicen de inmediato el uso indiscriminado del glifosato y reconsideren un plan de actuación sostenible a nivel medioambiental y económico basado en estudios, análisis, consulta de expertos, debate y participación pública.

El glifosato es un herbicida de amplio espectro no selectivo y sistémico: cualquier planta puede absorberlo a través de sus tejidos. El activo químico evita que la planta afectada produzca proteínas necesarias para su crecimiento, lo que la conduce finalmente a la muerte.

Las altas concentraciones de glifosato exponen a la flora y fauna de los ecosistemas. Un ejemplo de ello es la destrucción de la flora silvestre, que sirve de refugio y alimento para muchas especies de insectos benéficos, indican desde este asunto desde Greenpeace.