Jaraíz de la Vera sigue plantando cara al picudo rojo para mantener vivas y con un excelente aspecto las palmeras que hay en este municipio del norte de Cáceres.

Desde hace años en muchas zonas de Extremadura, el picudo rojo (Rhynchophorus Ferrugineus) está acabando  con cientos de palmeras, sobre todo está acabando con la variedad Canariensis, llevándose por delante ejemplares realmente bellos y espectaculares.

El picudo rojo se alimenta del interior de las palmeras, por tanto no es fácil detectar los síntomas de presencia de picudo rojo hasta que ha provocado graves consecuencias para la palmera. Lo fundamental en el caso del picudo rojo es averiguar las zonas cercanas donde se ha comprobado su presencia para así poder proteger cuantas más palmeras sea posible.

Una plaga de picudo rojo permanecerá en el interior de la palmera alimentándose y solo saldrá cuando se haya quedado sin alimento. Antes de que esto ocurra, algunos adultos de picudo rojo realizan vuelos de prospección en busca de nuevas palmeras de las que alimentarse, preferentemente las que tienen heridas- ya sean accidentales o provocadas por la poda.

Lo cierto es que el alcalde de Jaraíz de la Vera, Luis Miguel Núñez, ha asegurado que no está resultando fácil el mantenimiento y la conservación de estos ejemplares debido al picudo rojo. «Nuestros jardineros realizan un extraordinario trabajo en el salvamento y cuidado de estas especies en nuestro municipio», ha indicado el primer edil de Jaraíz.

Palmeras en Jaraíz de la Vera.

Este insecto puede afectar a diversas especies de palmeras. En la zona mediterránea tiene una especial preferencia por dos palmeras en concreto, la palmera canaria (Phoenix canariensis) y la palmera datilera (Phoenix dactylifera).