El sindicato CSIF ha solicitado a la dirección del Centro Penitenciario de Cáceres que se realice un cribado masivo entre los trabajadores al detectarse dos casos positivos y uno pendiente de confirmación entre los internos del módulo cuatro.

A estos positivos hay que sumar el confinamiento de nueve internas del módulo de mujeres que se encuentra ya “totalmente aislado”, según ha informado este martes el sindicato en una nota. Asimismo, ha negado que este nuevo brote provenga, “como se insinuó la semana pasada”, de una comida de Navidad de los funcionarios de la prisión.

Según sus datos, en el módulo cuatro hay confinados un total de 19 internos como contactos directos. “Es un módulo de destinos que registra un número elevado de internos con permisos de salida y comunicaciones con familiares, lo que, entendemos, hará imposible localizar el origen del brote”, ha expuesto.

La situación está “obligando”, ha señalado, a un “esfuerzo extra” a los trabajadores del centro, provocando situaciones de “estrés máximo” a una plantilla “de por sí inferior a la necesaria” y aún “más mermada” en estas fiestas.

Una “sobrecarga laboral”, en su opinión, por la que ya ha reclamado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que complete la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para poder evitar esta situación.

Además, ha criticado que se haya “despreciado a la gran mayoría de los funcionarios” al asignar la productividad ligada al covid a los mandos y un “ínfimo” número de funcionarios.