La Junta de Extremadura ha dejado caducar en los últimos años los expedientes de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de Alcántara, el silo de Mérida y en dos ocasiones el del municipio cacereño de Vegaviana.

La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (Adenex) ha acusado al Ejecutivo regional de hacer dejación de funciones y se ha dirigido a la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte para que no se vuelvan a producir situaciones de este tipo. Estos cuatro expedientes fueron declarados como caducados y no pudo continuarse con la tramitación del procedimiento que permitiera su reconocimiento como Bien de Interés Cultural.

Los expedientes de Alcántara y el Silo de Mérida fueron paralizados en el año 2020 al transcurrir 16 meses desde que fue incoado el expediente. La Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura establece que la caducidad se produce si una vez transcurrido este plazo se solicita el archivo de las actuaciones y dentro de los 30 días siguientes no se dicta resolución.

El caso de Vegaviana es más complejo, pues la situación se repitió en dos ocasiones, en los años 2011 y 2018. La primera de las ocasiones el ayuntamiento optó por paralizar el proceso para declarar este pueblo de colonización como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico a pesar de que el pleno había aprobado el inicio de los trámites para lograr este reconocimiento. La presión vecinal obligó al entonces alcalde, Juan Caro, a dar marcha atrás porque la declaración como BIC exigía un mayor control urbanístico y ralentizaba los trámites en la ejecución de obras, por pequeñas que fueran. Caro llegó a indicar que se trataba de «una medida totalmente impopular» y así se lo trasladó a la Consejería de Cultura para que no siguiera adelante con el proceso hasta que, al menos, Vegaviana tuviera sus propias normas subsidiarias que el Área de Rehabilitación Integral de Sierra de Gata, dependiente de la Consejería de Fomento, se encargará de elaborar.

En febrero de 2016 el Ayuntamiento de Vegaviana aprobó de forma inicial el Plan General Municipal que regulaba las normas urbanísticas en el municipio, dos años después de que la Consejería de Educación y Cultura pusiera en marcha por segunda vez el proceso de declaración de BIC para el municipio y las seis escuelas-capilla que se encuentran en los términos de Moraleja, Cilleros y Vegaviana. Sin embargo los propios habitantes presentaron 400 alegaciones contra este reconocimiento que obligaría al ayuntamiento a elaborar un Plan Especial de Protección

Adenex cree, pese a todo, que esta reiteración en la caducidad de expedientes puede deberse «a una dejación de funciones de la Consejería o a un uso político torticero de la legislación para ceder ante determinados gestores municipales». Y ello a pesar de que los bienes afectados cuentan con los informes favorables de técnicos y de instituciones como la Universidad de Extremadura, la Real Academia de Extremadura o la Comisión Provincial de Patrimonio. Para la asociación conservacionista, han quedado reconocidos unos valores históricos y culturales que deberían protegerse.

El temor de Adenex es que ocurra lo mismo con los numerosos expedientes de declaración de BIC que se encuentran pendientes de tramitación ya que llevan varios años iniciados y no resueltos. La asociación considera que con esta práctica «la Consejería de Cultura está incumpliendo claramente la labor que a los poderes públicos regionales les asignan tanto el Estatuto de Autonomía de Extremadura como el resto de la normativa sobre patrimonio histórico».

En el documental «Los pueblos blancos», producido por ÍCARO en el año 2014, el arquitecto Rafael Fernández del Amo, hijo del arquitecto del mismo nombre que diseñó Vegaviana, aseguró que su excepcionalidad es que su padre lo concibió como un pueblo absolutamente suelto en medio de un encinar, respetando cada una de las encinas. Fernández del Amo considera que «Vegaviana es una de las 17 obras maestras de la arquitectura española de todo el siglo XX» y que si su padre levantara la cabeza no estaría nada orgulloso de la situación en que se encuentra.

ADAPTACIÓN DEL DOCUMENTAL «LOS PUEBLOS BLANCOS» PRODUCIDO POR ÍCARO EN 2014