Apag Extremadura Asaja ha denunciado la actual situación que atraviesan las explotaciones cerealistas de Extremadura y que, con los actuales precios de mercado y costes de producción, “están condenadas a la ruina”.

Actualmente, Extremadura engloba una superficie aproximada de unas 200.000 hectáreas de cultivos de cereales de invierno. Las zonas de Campiña Sur, centro de la región, zonas próximas a Olivenza y zonas próximas a las Vegas Altas del Guadiana han sido las que más cultivos han abarcado históricamente. La situación de ruina viene arrastrándose desde la guerra de Rusia y Ucrania y ha elevado el coste por hectárea de sobremanera, situándose en una horquilla entre los 390 y 450 euros por tonelada.

El precio actual medio de la cebada para Extremadura se sitúa en 205 euros por tonelada, mientras que para el trigo se sitúa en unos 200 euros por tonelada. “Y hay lonjas que ni siquiera han cotizado, con estos costes, las explotaciones están condenadas a echar el cierre”, ha alertado Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja.

A todo ello hay que añadirle la situación sanitaria actual con enfermedades generadas por el mosquito de trigo, el gusano del alambre y hongos de diferente tipología, además de las malas hierbas que se vienen arrastrando de años anteriores. “Todo ello ha ocasionado muchos tratamientos químicos que sólo favorecen a las fábricas e industrias multinacionales, que se están enriqueciendo a costa del agricultor” comenta Metidieri.

Desde Apag Extremadura Asaja reiteran las medidas necesarias que ya han reclamado en anteriores ocasiones para ver si se toman medidas como la quema controlada de rastrojos, debido a las plagas y malas hierbas, especialmente cuando son zonas de cereales. Recuerdan que, desde 2016, no se ha vuelto a autorizar. “La resolución debe de publicarse antes de que comiencen las labores de la próxima campaña porque es la medida más sanitaria, real y económica para dar soluciones a estos problemas”, valora Metidieri.

Además, precisan que se conceda la ayuda a la producción integrada de cereal de 150 euros por hectárea, como mínimo, que ya planteó esta organización anteriormente en el Comité de Seguimiento del Plan Estratégico de la Política Comunitaria (Pepac) y en años anteriores en el Plan de Desarrollo Rural de Extremadura (PDR).

Por último, el presidente de Apag Extremadura Asaja concluye en señalar que “una comunidad autónoma como Extremadura, que cuenta con una gran ganadería, no puede permitirse el lujo de desmantelar una producción tan importante como son los cereales y que, a posteriori, pasemos a ser dependientes de países terceros, por lo que exigimos soluciones de inmediato”.

En la foto de archivo, explotaciones cerealistas de Extremadura.