Un centenar de tractores y más de 20.000 agricultores, según las organizaciones convocantes, han vuelto a tomar este lunes las calles de Madrid en señal de protesta por la aplicación de las medidas impuestas por la Política Agrícola Común (PAC) y han llegado a colapsar algunas calles de la capital.

La convocatoria, de carácter nacional, ha sido organizada por las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG, que reclaman la simplificación y flexibilización del actual plan estratégico nacional y rechazan los acuerdos comerciales con otros países.

En la protesta de Madrid han participado entre 1.500 y 2.000 agricultores procedentes de Extremadura, según las estimaciones realizadas por las organizaciones convocantes, que han puesto a disposición de los manifestantes autobuses y vehículos particulares que han partido desde diversos municipios de la comunidad autónoma.

Los manifestantes han reclamado a las puertas del Ministerio de Agricultura soluciones un adecuado funcionamiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria y un plan de choque con medidas concretas para el campo.

La movilización se ha desarrollado en un ambiente festivo y coincidiendo con otros actos de protesta en Bruselas. Los agricultores han portado pancartas reivindicativas y han iniciado un paseo que se ha iniciado frente al Ministerio de Agricultura y ha recorrerido el Paseo del Prado, Recoletos y el Paseo de la Castellana hasta llegar a la Oficina de la Comisión Europea en Madrid.

El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha indicado que «la Política Agrícola Común lleva a la ruina al sector agrario» por la merma de los recursos económicos, la carga burocrática que deben afrontar los hombres del campo y las excesivas obligaciones y prohibiciones que contempla. En su opinión, se está produciendo un desmantelamiento silencioso del campo español con el apoyo de los gobiernos de Europa.

Barato ha criticado la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez por su gestión de la crisis del campo y ha lamentado que desde los despachos se intenten dar instrucciones a los profesionales agrarios sobre cómo rotar los cultivos o cuidar el ganado.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha asegurado que se está expulsando a los agricultores y ganaderos del mundo y también ha criticado la excesiva burocracia y la imposición de normas sin sentido, como la aplicación de decisiones medioambientales que perjudican el desarrollo de las explotaciones.

Ramos también ha lamentado que en España se prohíba la producción de numerosos alimentos al tiempo que entran productos de fuera de la UE, por lo que se tienen que establecer las mismas normas que se exigen en nuestro país.

El secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha considerado «un disparate» que la política se haya hecho a espaldas del sector agropecuario, por lo que ha insistido en la necesidad de poner sobre la mesa una serie de reivindicaciones que se vienen planteando desde hace tiempo como la flexibilización.

Respecto a los acuerdos comerciales con terceros países, Padilla ha sido contundente al indicar que no es posible que Europa no entienda que es necesario que los productores de la Unión Europea tengan las mismas condiciones de los productos que vengan de fuera.

En la imagen, grupos de agricultores desplazados de Extremadura durante su protesta en la capital de España para reclamar mejoras para la situación de crisis que atraviesa el campo.

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