El Museo Arqueológico Provincial de Badajoz ha seleccionado más de veinticinco piezas relacionadas con la civilización egipcia para crear una exposición inédita bajo el título ‘Egipto en el Museo Arqueológico de Badajoz’ que podrá verse hasta marzo de 2024.

Algunas de las piezas expuestas ya formaban parte de la exposición permanente del museo pero otras, procedentes de sus almacenes, nunca antes habían sido expuestas.

Para el secretario general de Cultura de la Junta de Extremadura, Francisco Palomino, que ha participado este martes en la inauguración de la muestra, exposiciones de este tipo son un reclamo turístico para el viajero pero también un recurso cultural para los extremeños.

El objetivo de la iniciativa es difundir el patrimonio histórico como seña de identidad de Extremadura, enraizado en un mundo lleno de influjos culturales por su situación de paso, entre el interior y la costa y entre el norte y el sur.

Da la bienvenida a la muestra una escultura de piedra que, según el director del museo, Javier Heras, debió salir de las canteras de Egipto y seguramente representó a un escriba, un alto funcionario, sacerdote o personaje destacado de la sociedad.

En este fragmento se pueden apreciar sobre el cuello y hombros de la figura humana los restos de un cinocéfalo o babuino, animal sagrado para los egipcios por su relación con el dios Thot.

La exhibición reúne otras figurillas de bronce que muestran a la divinidad Isis amamantando a su hijo Horus-Harpócrates, aunque la mayoría de los objetos corresponden a amuletos o escarabeos de cerámicas o vidrio que, en muchos casos, portan jeroglíficos con el nombre de algún faraón.

Algunos de los objetos más llamativos de la muestra son las placas de marfil o peines convertidos en soporte para el arte y la religión egipcias, aunque en realidad sean productos manufacturados en talleres fenicios que imitan motivos propios de las orillas del Nilo.

EL ORIGEN DE LAS PIEZAS

Buena parte de las piezas se hallaron en el yacimiento de Cancho Roano (Zalamea de la Serena) y en la necrópolis de El Pozo, en la localidad pacense de Medellín, especialmente el conjunto de marfiles que representan motivos y conceptos egipcios o egiptizantes, así como alguna joya, medallón de plata o escarabeo.

Las piezas que reúne la exposición datan entre los siglos XIII a.C. y II d.C. y se cree que fueron incluidas entre los objetos que portaba el difunto antes de ser incinerado. Como sus cenizas, estos pequeños objetos se solían recoger en urnas cerámicas y enterradas bajo un túmulo de tierra y piedras.

Son objetos recuperados en su mayoría de yacimientos arqueológicos, empleados como amuletos en enterramientos o como símbolos de poder, llegados hasta aquí fruto del comercio fenicio y griego entre los siglos VII y VI a.C.

El recorrido se complementa con un pequeño catálogo de piezas y siete paneles textuales y gráficos, que introducen al visitante en algunos de los aspectos más relevantes de la civilización egipcia y explican el significado de las piezas en su contexto histórico.

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

Al margen de la muestra, se prevé la celebración de conferencias de la mano de especialistas en la civilización egipcia y el periodo en el que se encuadran estas piezas.

Para los más pequeños se han diseñado dos talleres educativos, uno de marcapáginas egipcio y otro de collar y amuletos egipcios, en los que aprender de manera lúdica a reproducir amuletos o escarabeos y conocer algunas de las claves de su misteriosa escritura jeroglífica.

La muestra podrá verse en la sala de exposiciones del Museo Arqueológico de Badajoz hasta el mes de marzo de 2024. Los interesados podrán inscribirse en el citado museo, por teléfono o a través del correo electrónico.