Hace unos 2500 años, una comunidad de tartesios instalada en la cuenca media del río Guadiana realizó un ritual singular en uno de sus edificios más impresionantes. Al finalizar, cubrieron el edificio con sedimentos del propio río generando un montículo artificial de unos 6 metros de altura y 90 metros de diámetro y lo abandonaron.

Este edificio es el del yacimiento de Casas del Turuñuelo de Guareña en Badajoz y sus descubrimientos están cambiando la percepción que teníamos de las comunidades de los últimos momentos de Tarteso. Un equipo multidisciplinar constituido por investigadores de instituciones españolas y extranjeras publican en la revista de acceso abierto PLOS ONE el estudio de los animales sacrificados y depositados en el patio del Turuñuelo.

Los resultados del estudio zooarqueológico de los restos óseos de 52 animales y del análisis microestratigráfico manifiestan que este sacrificio masivo de animales formó parte de una serie de rituales realizados en los últimos años del edificio hasta su abandono, cuando fue sellado intencionalmente a finales del siglo V a. c. bajo un túmulo de 90 m de diámetro y 6 m de altura, según comentan Sebastián Celestino y Esther Rodríguez investigadores del IAM-CSIC y directores de las excavaciones del yacimiento.

Entre los animales sacrificados se han identificado seis bovinos, cuatro cerdos, un perro y 41 équidos. Fueron depositados en tres fases secuenciales en el patio del edificio, según indican los resultados obtenidos mediante evaluaciones tafonómicas, microestratigráficas y una serie de dataciones radiocarbónicas. Además, se han documentado indicios de ofrendas de vegetales quemados y objetos asociados a actividades simbólicas, como las tabas de oveja. Por otro lado, la disposición de los cadáveres de animales sugiere una intención en la exposición y escenificación de los sacrificios.

En conjunto, las pruebas ponen en evidencia que los animales murieron en el contexto de sacrificios rituales. Los animales de la fase más antigua muestran signos de haber sido dejados parcialmente al descubierto, ya que los huesos fueron modificados por carroñeros. En la segunda y tercera fase, los esqueletos están completos y en conexión anatómica, lo que sugiere un entierro rápido. En la última fase, junto al sacrificio de dos équidos se depositaron los restos de un banquete que incluía el consumo de carne de bovinos y porcinos, según comentan Mª Pilar Iborra y Silvia Albizuri investigadoras del IVCR+i y de la IA-UB, que han liderado la investigación y que estuvieron vinculadas al IAM-CSIC mientras se desarrolló parte de la misma.

El equipo multidisciplinar concluye «Este estudio pone de relieve el papel de los sacrificios masivos de animales en las sociedades europeas de la Edad del Hierro, en concreto las prácticas de sacrificio animal y el comportamiento ritual tartésico en el yacimiento de la Edad del Hierro de Casas del Turuñuelo (Badajoz, España)”. Además, las autoras/es manifiestan el protagonismo de los équidos en estos sacrificios, hecho que evidencia la relevancia de estas especies (caballos/asnos y sus híbridos) en los sistemas económicos y en la cultura de las comunidades de la Edad del Hierro”.

Casas del Turuñuelo es uno de los descubrimientos más impactantes de la arqueología peninsular de los últimos años. Sus excavaciones se desarrollan bajo un proyecto dirigido desde el IAM-CSIC y están siendo codirigidas por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González, también investigadores del IAM-CSIC. Como coautores de este nuevo estudio indican la importancia del trabajo multidisciplinar con especialistas de Humanidades y Biociencias que están generando un intercambio constante de información y de ideas, ofreciendo un enfoque transversal en el estudio de este yacimiento.

Los especialistas de diversos centros de investigación españoles y extranjeros han participado en el estudio interdisciplinar del mayor sacrificio de animales descubierto en el Mediterráneo occidental, datado a finales del siglo V a.C y depositado en el patio del edificio tartésico Casas del Turuñuelo en Badajoz (España). Pertenecen al Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i); Institut d’Arqueología (IUAB-SERP) de la Universitat de Barcelona; Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén; Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Departamento de Medicina Animal Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura (UEX); Centre d’Anthropobiologie et de Génomique de Toulouse (CAGT), CNRS UMR 5288, Université Paul Sabatier.; Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos; del Área de Prehistoria, Departamento de Historia de la Universidad de Córdoba (UCO); Departament de Geografia, Història i Història de l’Art ARQHISTEC – GIP de la Universitat de Lleida y a la Institució Milà i Fontanals (CSIC-IMF) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.