La cconsejera de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura, Camino Limia, afirma que “la reducción de las acciones de control a las fincas públicas del Parque Nacional de Monfragüe sin incluir las fincas privadas podría suponer un grave problemas de sanidad animal”.

La Ley avala y respalda la apuesta de la presidenta por la caza con fines de control poblacional en el Parque Nacional de Monfragüe. Así lo ha destacado la titular de esta consejería, Camino Limia, señalando que “todas las normas que afectan al Parque Nacional de Monfragüe (Ley de Caza de Extremadura, Ley de Declaración del Parque Nacional de Monfragüe, Ley de Parques Nacionales y Plan Director de la Red de Parques Nacionales), siempre contemplan una excepción en lo relativo a la práctica de la caza (actividad cinegética) para el desarrollo de los controles poblacionales, es decir, lo que apoyamos desde esta consejería”.

Los controles poblacionales mediante acciones cinegéticas se han venido desarrollando en el Parque Nacional de Monfragüe desde el año 1997 hasta el año 2020, por motivos biológicos y técnicos en fincas públicas y privadas. El Parque Nacional de Monfragüe es el espacio natural de Extremadura con mayor valor ecológico y medioambiental, gracias a años de gestión forestal y cinegética. Esta propuesta supondrá la vuelta del raciocinio a los espacios naturales.

Además como ya hemos manifestado, la Administración debe valorar también en estos espacios el “mérito”  de la conservación de los mismos, gracias a las actuaciones de los propietarios privados de los cotos privados, que además suponen el 45% de la superficie total de parque que se han ocupado históricamente de su mantenimiento, respetando los procesos biológicos y contribuyendo a su protección.

“De no hacerlo así, desde la administración estaríamos siendo tremendamente injustos” afirma la consejera.

La colaboración de los propietarios privados en el mantenimiento de estos ecosistemas y en la regulación de las poblaciones de especies cinegéticas (ciervos y jabalíes) siempre ha sido determinante. Los controles poblacionales mediante acciones cinegéticas en las fincas privadas han constituido una colaboración inestimable en la conservación de estos espacios. Esta colaboración ha sido continua y reconocida por la Administración Gestora (Dirección General del Medio Ambiente, Dirección General de Sostenibilidad….) hasta el año 2020 en que la nueva Dirección General de Sostenibilidad (Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad) decidió prescindir totalmente de la colaboración de los Propietarios privados aprobando un Plan y un Programa de acción selectiva para la temporada 2021/2022 donde no permitía la realización de ningún control poblacional (de ciervos y jabalíes) en fincas privadas.

No hay que olvidar que la Naturaleza tiene sus propias Leyes que no se pueden modificar con normas dictadas obviando los procesos biológicos naturales. Las normas inadecuadas que ignoran los procesos naturales pueden generar desequilibrios y problemas afirma el director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca, Ignacio Higuero.

Si se mantienen solo las acciones de control a las fincas públicas del Parque Nacional supone que en la mitad del Parque, de propiedad privada, no se realiza ningún control desde el año 2019, lo que ocasionara graves problemas sanitarios, medioambientales y económicos, afectando además a las mas de 38.000 hectáreas que comparten uso cinegético y ganadero, suponiendo así un verdadero problema sanitario para nuestra cabaña ganadera, afirma la Consejera.