El PSOE de Barrado ha retirado una cruz que llevaba años instalada en una céntrica plaza del municipio apenas 48 horas después de haber perdido las elecciones municipales que ha ganado el Partido Popular.

La cruz se retiró el martes en medio de una fuerte polémica, aunque la medida fue aprobada en un pleno municipal bajo el mandato de los socialistas en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. El problema es que buena parte de los vecinos han interpretado el acto como una medida de venganza después de los resultados electorales que desalojan al PSOE de la alcaldía.

La candidata del PP y futura alcaldesa, Sonia Llorente, ha indicado a Radio Interior que «se ha creado una polémica innecesaria en Barrado porque hemos vuelto 80 años atrás». Considera que podía haberse planteado retirarla a otro sitio porque es una cruz que no tiene ninguna inscripción y cada uno puede interpretar en ella lo que quiera.

Llorente ha explicado que hubo algún enfrentamiento en el momento de la retirada y ha dicho que no comparte los insultos a la familia del alcalde. Por eso ha pedido a la población que se calme y que no vuelvan a despertar viejas rencillas de la Guerra Civil Española.

La futura alcaldesa recibió un Whatsapp por la mañana con las imágenes de la retirada de la cruz, justo en un momento en el que los comicios del día 28 han dejado un apretado resultado electoral que le ha otorgado 150 votos a la candidatura del PP y 149 a la del PSOE; un solo voto de diferencia que ha generado la polémica.

Sonia Llorente reconoce que desde hace un mes se están ejecutando los trabajos de remodelación de la Plaza y del Corral de Miguel, donde se encontraba la cruz, por lo que se trata de unas obras que ya estaban contratadas. Pero buena parte de los vecinos no lo han interpretado como ella que, pese a que aún no es miembro de la corporación municipal, lamenta lo sucedido.

Estaba la peana por un sitio y los brazos de la cruz por otro, y una excavadora se encargó de arrancarla del suelo. La futura alcaldesa no quiere ahondar en la polémica y prefiere pensar que como las obras estaban contratadas, la fecha del derribo ha sido casualidad.

«A lo mejor no ha sido la forma más apropiada de hacerlo, habría que haber avisado a los vecinos o a la corporación municipalW, ha dicho. Y dice que si lo han hecho en venganza, ellos mismos deberán cargar con sus consecuencias.

El asunto ha sido denunciado por la Fundación de Abogados Cristianos, que ya ha anunciado que acudirá a los tribunales.