La asociación AMUS liberará este fin de semana un ejemplar de águila imperial hembra, un animal que ha sido tratado en un centro hospitalario que este colectivo tiene en Villafranca de los Barros durante cinco meses, y con una garra menos.

El animal fue rescatado cuando una de sus patas se quedó enganchada a una alambrada y tras cinco meses en su centro de recuperación, los especialistas «han decidido liberarla a pesar de que solo dispone de una garra, la afectada la perdió».

«Atrás han quedado tediosos meses de curas, incontables lesiones de láser y la gestión de una pata que día a día iba languideciendo víctima inexorablemente de la necrosis», ha explicado la asociación. Los diferentes equipos y con asesoramiento y opiniones externas, ha recalcado, «probaron de todo y más para evitar tener que amputar la garra, pero el proceso de hipoxia generado por el seccionamiento de vasos sanguíneos ha sido imparable».

El ejemplar que se va a liberar este sábado, de un año de vida, se llama «Lluvia’, y forma parte de una de las rapaces más amenazadas del planeta. Extremadura, es una de las comunidades autónomas con mejores poblaciones de esta águila, con 75/80 parejas de las más de 800 que existen en España y 20 en Portugal.

Tras la amputación forzosa de la garra afectada «y al no tenerlas todas consigo, es decir cómo sus opciones de adaptación quedaban bastante más reducidas que la de otros ejemplares que son liberados plenos de facultades», los especialistas de AMUS le han colocado un dispositivo GPS que les permitirá saber en todo momento sus vicisitudes.

Esta «acción de tanta responsabilidad (liberar un ave sin una garra)» ha sido «profundamente consultada, sopesada y contrastada», ha aclarado la entidad, ya que «existen no pocas experiencias de grandes águilas y aves que viven perfectamente en la naturaleza con una sola garra».