Un agente de la Guardia Civil de 41 años de edad ha fallecido en la madrugada de este jueves como consecuencia de un infarto mientras se encontraba de servicio en el municipio pacense de Montijo.

El fallecido es Julián Romero Correa, natural de Badajoz, que cayó desplomado en presencia de sus compañeros sin que pudieran hacer nada por salvarle la vida. Aunque la hipótesis que se baraja es que la muerte se haya producido debido a un infarto, se le practicará la autopsia para determinar las causas.

El agente se encontraba de guardia en el turno de noche y sus compañeros llamaron al Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura. Pese a los intentos por reanimarlo, ni sus compañeros ni los sanitarios desplazados al lugar pudieron hacer nada por salvar su vida.

El suceso ha provocado consternación en la Guardia Civil y en la sociedad civil, tanto por la edad del fallecido como por las circunstancias en que se ha producido su fallecimiento. La Comandancia de la Guardia Civil ha expresado sus condolencias a la familia del fallecido y la asociación Jucil Nacional también ha trasladado el pésame a los familiares con un mensaje de apoyo en el que indica que «la muerte no es el final».