La Junta de Extremadura ha confirmado que en la región no existe hay hasta la fecha enfermedad invasiva provocada por la bacteria del estreptococo A.

El consejero de Sanidad de la Junta, José María Vergeles, ha dado a conocer este dato tras la alarma surgida en la sociedad después de que en Madrid hayan fallecido dos menores por este motivo.

El Ministerio de Sanidad está en situación llamada de «vigilancia activa» para detectar y actuar ante posibles casos de enfermedad invasiva por estreptococo A, que además de provocar dos muertes, mantiene a 14 personas hospitalizadas por esta causa en Madrid.

El  grupo de los estreptococos A son  un tipo de bacteria que está detrás de casos comunes de faringitis, amigdalitis o de impétigo.  Cabe recordar que el pasado 2 de diciembre se notificó por parte del Reino Unido un aumento de infecciones por ‘Streptococcus Pyogenes’. La enfermedad se disemina por gotitas respiratorias, el contacto con las mucosas oral o nasal con secreciones respiratorias infecciosas o con exudados de lesiones cutáneas.

Los datos oficiales indican que desde el pasado día 19 de octubre hasta la fecha se han detectado 16 casos de estreptococo A en la Comunidad de Madrid en menores con edades comprendidas entre 1 y 12 años.

BAJADA DE TEMPERATURAS

Cabe recordar además  que el Ministerio de Sanidad ha dado a la población una serie de medidas de protección de la salud ante las bajas temperaturas incluidas en el nuevo Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas 2022-2023.

El frío intenso afecta negativamente a la salud, aunque solo en casos muy extremos se producen efectos como la hipotermia o la congelación, tal y como recoge el documento. Lo que es más frecuente es el sobre estrés del organismo, que puede dar lugar a una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en población vulnerable.

También se producen más accidentes de tráfico y caídas por placas de hielo, así como incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono a partir de estufas de gas o braseros.

En todo caso, los efectos de las bajas temperaturas no suelen ocurrir de una forma tan aguda y repentina como en el caso de las altas temperaturas.

El plan señala que es un factor de riesgo ambiental que debe ser tenido en cuenta y cuyos impactos en salud pueden ser incluso superiores a los del calor extremo. Así, en el exterior es conveniente respirar por la nariz y no por la boca, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y así disminuye el frío que llega a los pulmones.

Hay que extremar la precaución en caso de hielo en las calles. Un elevado porcentaje de lesiones relacionadas con el frío tiene que ver con caídas al resbalar sobre placas de hielo. Si es posible, es conveniente usar calzado antideslizante. También conviene saber que varias capas de ropa fina protegen más que una sola gruesa, al formar cámaras de aire aislante entre ellas.

Si se utilizan braseros en casa o chimenea, es conveniente ventilar la estancia con frecuencia para evitar la acumulación de CO2. Hay que ventilar la casa al menos dos veces al día, durante 15 minutos cada una de las veces, para asegurar la renovación del aire. No  hay que  tomar medicamentos sin receta médica, porque algunos medicamentos precipitan los problemas derivados de la exposición al frío. Además, hay que tener una alimentación variada, y consumir diariamente fruta.  Es aconsejable además beber líquidos, sobre todo agua y bebidas calientes.