Torrejoncillo ya se prepara para la celebración de su patrona, la Virgen Inmaculada, y su Fiesta de Interés Turístico Regional La Encamisá, el próximo día 7 de diciembre, como es costumbre.

Para ello, tras la asamblea extraordinaria de la Asociación de Paladines de La Encamisá, se han escogido el portaestandarte, que está año  desempeñará Jesús Oliva;  la pregonera, Rocío Sánchez, y la oferente, Laura Cordero.

En cuanto a las festividad, a las diez en punto de la noche del 7 de diciembre, víspera del día de la Inmaculada Concepción, se abre la puerta de Iglesia Parroquial y de ella sale un estandarte celeste con la imagen de María Inmaculada bordada en él, con cientos de personas vitoreando. En otro lugar de la Plaza Mayor, otro grupo de personas hacen sonar sus escopetas, lanzando salvas en honor a la Virgen, cubriendo toda la plaza de humo y olor a pólvora. El estandarte recorre unos 20 metros y es entregado al mayordomo que monta un caballo atalajado vistosamente para la ocasión. Éste va acompañado por dos personas a sus lados. Detrás hay varias centenas de jinetes que, en el momento de recibir el mayordomo el estandarte, lo vitorean y aclaman. Todos van cubiertos por una sábana blanca, adornada con finísimas puntillas y en algunos casos por estrellas.

Entre una nube con olor a pólvora, la procesión recorre las empinadas calles del pueblo. En sus plazuelas se encienden “joritañas” para combatir al frío o simplemente charlar alrededor de ella con los familiares y amigos, en las cuales los niños queman sus “jachas” (haces de gamonita) que, con mucho amor y paciencia, les han preparado sus abuelos o padres. Todo el pueblo acompaña y aclama a su Virgen. Después de dos horas y media aproximadamente, la comitiva regresa a la plaza y todo el pueblo despide el estandarte. A continuación, los mayordomos invitan a todos los asistentes a degustar los coquillos, el dulce típico de la localidad, y a probar los vinos de la zona.