La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) considera necesario mantener en 2023 las restricciones establecidas para este año en cuanto a las extracciones en la masa de agua subterránea Tierra de Barros.

En concreto, propone una dotación de 1.500 metros cúbicos por hectárea para cultivos leñosos y 3.500 para herbáceos. Además, recomienda reducir las dotaciones de abastecimiento, domésticos y los usos industriales y ganaderos en un 15 por ciento.

Así se ha expuesto en la Junta de Explotación Tierra de Barros en la que se ha abordado el Régimen de Extracciones para la campaña del año 2023, que ha estado presidida por el Comisario de Aguas de CHG, Ángel Nieva Pérez.

En la reunión la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha expuesto los resultados de seguimiento de la evolución piezométrica y del estado químico de la masa de agua subterránea.

Así, ha puesto de manifiesto que a pesar de las limitaciones establecidas y de las labores de vigilancia y control, «no se ha revertido la tendencia piezométrica decreciente», produciéndose un «agravamiento del estado cuantitativo de la masa de agua subterránea Tierra de Barros respecto al que tenía cuando se declaró en riesgo», señala la confederación en una nota de prensa.

Por otro lado, este año hidrológico ha sido seco, con una pluviometría poco mayor que la mitad de la precipitación media anual. Además, respecto al índice de escasez, se mantiene una situación similar a la de los dos años anteriores, entrando en situación de emergencia durante el estiaje y recuperándose hasta el nivel de alerta durante la época de lluvias.

La Junta de Explotación ha acordado elevar dicha propuesta a la Junta de Gobierno que se reunirá el próximo mes de diciembre.