La Guardia Civil ha protagonizado un importante despliegue policial integrado por más de 50 agentes que ha acabado con la detención de cinco personas como presuntas autoras de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización delictiva, defraudación del fluido eléctrico y usurpación de inmueble.

El pasado lunes, y bajo la coordinación del Juzgado de Instrucción número 1 de Don Benito, los agentes llevaron a cabo varios registros para desarticular los puntos de producción y distribución de la sustancias estupefacientes en el municipio pacense de Santa Amalia.

En el despliegue participaron miembros del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil, agentes del puesto de Santa Amalia y varios integrantes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), una unidad de élite especializada de la Benemérita de acción rápida y con flexibilidad para actuar tanto en momentos especiales como a la hora de prestar refuerzo a sus compañeros. Los agentes estuvieron apoyados por perros adiestrados en búsqueda de sustancias estupefacientes.

En el marco de la denominada «Operación Trébol Farmer”, los investigadores pudieron averiguar que había un un grupo delictivo con relación familiar que tenía su centro de operaciones en Santa Amalia. Los miembros del clan familiar se dedicaban al cultivo y tráfico de marihuana, por lo que se establecieron varios dispositivos de servicio y vigilancia y se pudo averiguar que contaban con dos viviendas y un antiguo establecimiento sin actividad que ocupaban de manera ilegal, para desarrollar sus actividades ilícitas.

Así fue como se autorizaron los registros y se descubrió una plantación “indoor” perfectamente adecuada para el cultivo y desarrollo de 722 plantas, 2.099 plantones en proceso de desarrollo y básculas de precisión. Además se descubrió que para el cultivo de las plantas y para llevar a cabo las tareas de vigilancia en las instalaciones contaban con una persona indocumentada que se alojaba en una de las viviendas. Dos de los inmuebles disponían de enganches ilegales a la red eléctrica para abastecer de energía a los diferentes aparatos y elementos instalados.

Una vez reunidas las pruebas incriminatorias se procedió a la detención de los cinco individuos y se instruyeron diligencias como supuestos autores de los delitos contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico, pertenencia a grupo delictivo y usurpación de inmueble. Uno de ellos ya había sido detenido en el año 2019 por su implicación en una operación internacional relacionada con el cultivo y tráfico de marihuana desde nuestro país.

Ahora también se investiga las malas condiciones de higiene y salubridad en las que habitaba en uno de los inmuebles inspeccionados la persona carente de documentación, por si pudieran haber incurrido en un delito de trata de seres humanos.

Esta actuación de la Guardia Civil se enmarca dentro del Plan de respuesta policial para luchar contra el cultivo y tráfico de cannabis desarrollada a nivel nacional por la denominada “Operación Miller”, dirigida principalmente a detectar y erradicar grupos organizados dedicados a estas actividades ilícitas, que pueden tener conexión con la comisión de otros delitos, como el blanqueo de capitales, la trata de seres humanos o delitos violentos.