Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo de Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Cáceres, han detenido a un hombre de 32 años, a quien le constan antecedentes por violencia de género hacia otras tres mujeres, como presunto autor de delitos continuados de lesiones y agresiones sexuales a su pareja.

La víctima denunció los hechos y el agresor huyó, permaneciendo desde entonces en paradero desconocido; aunque la Guardia Civil ha conseguido localizarle y proceder a su detención, decretando la autoridad judicial su inmediato ingreso en prisión provisional.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de octubre, a raíz de la denuncia de la víctima, por la supuesta comisión de varias agresiones sexuales continuadas, llevadas a cabo por parte de su pareja en el domicilio que ambos compartían y que fue abandonada por la víctima para residir en la casa de unos familiares, en un municipio de la provincia de Cáceres.

A las agresiones sexuales se le suman “graves lesiones sufridas en episodios de violencia anteriores”, explican desde la Guardia Civil en nota de prensa. Pese al cambio de domicilio, “y ante el miedo que su agresor le infundía a distancia”, la mujer volvió a retomar la relación, quedando con el detenido en la ciudad de Cáceres, donde fue víctima de la última agresión sexual. tras la cual el agresor se dio a la fuga, no sin antes intentar llevarse a la víctima a la fuerza aunque esta, finalmente, pudo escapar.

La investigación trató la situación como de “riesgo extremo” para la víctima, y se activó el Protocolo de Atención y Protección a Víctimas de Violencia de Género, así como el Protocolo de Asistencia a Víctimas de Agresión Sexual, de cuyos hechos era competente el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 6 de Cáceres. En dicha investigación fueron “muy relevante la colaboración y el testimonio aportado por varios testigos”, y se pudo determinar cómo por parte del hombre se ejercía un control exhaustivo sobre la víctima: la dejaba encerrada en el domicilio, le quitaba el móvil para controlar sus llamadas y los contactos que realizaba; “anulando continuamente su capacidad de decisión y libertad de movimientos”.

Toda vez que el detenido conoció la orden de búsqueda que pesaba sobre su persona, como medida de seguridad cambió varias veces de móvil, vendiendo una furgoneta que había alquilado, para lo cual falsificó la documentación necesaria para su transferencia. Con los beneficios obtenidos adquirió una motocicleta de gran cilindrada, volviendo a falsificar documentos personales para hacerse pasar por un tercero y poder realizar la transferencia de la misma, presumiblemente, para huir con mayor facilidad en caso de ser identificado por algún agente. Fue detenido en Sevilla, donde incluso había comenzado una actividad laboral con documentación falseada.

La Guardia Civil instruyó las correspondientes diligencias por la supuesta comisión de los delitos mencionados más el de apropiación indebida, y fue puesto a disposición del citado juzgado, que ha decretado su inmediato ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.